Las estanterías del pabellón de Basauri, lamenta Fernandino, no están llenas. «Entra mucha comida, pero sale rápido». borja agudo
Miguel Ángel Fernandino | Presidente del Banco de Alimentos de Bizkaia

«No tener asegurada la comida de hoy o no saber qué dar a tus hijos es muy duro»

En el año de su 25 aniversario, la entidad trabaja a destajo para atender un incremento del 30% de personas sin recursos por la crisis

Sábado, 30 de mayo 2020, 01:25

El Banco de Alimentos de Bizkaia estaba de aniversario. En pasado, porque los 25 años que cumple en mayo esta organización han pasado a un segundo plano con la crisis del coronavirus. Los usuarios han crecido «un 30%», detalla el presidente, Miguel Ángel Fernandino. Destaca ... la «capacidad» que tienen por el momento de «atender las necesidades», pero reconoce que, para muchas familias, «no saber qué dar de comer» a sus hijos «es muy duro».

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- Menudo aniversario

- Bastante diferente que el que habíamos imaginado. Queríamos hacer un acto sencillo en junio, pero es impensable. Ya veremos más adelante, en este momento lo principal prima sobre lo secundario.

- Toca centrarse en la crisis del coronavirus

- Nos ha trastocado todos los planes. Frente a un reparto como siempre, con todas las cosas encarriladas, pues de repente viene esto. Somos casi todos personas de cierta edad y hubo que cerrar el banco 14 días. Se han establecido unos turnos con voluntarios más jóvenes. No habrá más de 25 o 30 personas, que son las que se están batiendo el cobre.

- Menos voluntarios y más peticiones de ayuda.

- Los datos son impresionantes. Nuestro pico de personas atendidas fue en 2014, cuando rozamos las 33.000. Habíamos ido bajando y al final del año pasado nos situamos en 26.500. De golpe y porrazo estamos en 33.000, en los peores niveles, y esto no ha hecho más que empezar.

«Sueño con que un día solo haya que atender a 3.000 personas, pero no lo veré, hoy son 33.000»

- ¿Qué le despierta ver las 'colas del hambre' en Madrid?

- La verdad es que impresiona. Es una situación denigrante verles haciendo colas en mitad de la ciudad. Ha sido tal la explosión que por supuesto los organismos oficiales no pueden ofrecer toda la ayuda, las ONGs haciendo auténticas maravillas tampoco, y ha sido necesario que la sociedad civil se haya puesto manos a la obra para atender esa necesidad.

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- Y aquí, ¿todo el mundo tiene qué llevarse a la boca?

- Aquí no ha llegado esa explosión. El Ayuntamiento de Bilbao repartió unas cartillas a un montón de personas, nosotros hemos aumentado un 30% la atención, Cruz Roja ha hecho también un esfuerzo grande... Pero no tener asegurada la comida de hoy o de mañana o no saber qué dar a tus hijos es muy duro. Había un montón de familias en las que la alimentación de los niños dependía casi totalmente de lo que comían en los centros escolares y se han quedado en una situación de desamparo total.

- ¿Qué les dan?

- Comida preparada para niños, galletas y Cola Cao para desayunar, potitos para los más pequeños, y la comida general: legumbres, verdura, fruta... De todo.

- ¿Pizza como en la Comunidad de Madrid?

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- Aquí no. Yo creo que ese tipo de comidas, en una situación de ausencia total de cualquier otra, es como el refrán: cuando no hay pan buenas son tortas. Pero no me parece la comida más apropiada. Está bien un día de regalo, pero ninguno de nosotros le daría a nuestros hijos de forma continuada ese tipo de comida.

- Las familias con menos recursos tienen que conformarse con eso.

- Ese es el problema. Por eso aquí estamos atendiendo a un número de niños creciente tratando de dar unas comidas saludables.

- ¿Tienen capacidad para hacer frente a las necesidades a medio plazo?

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- Yo creo que sí. La sociedad está muy sensibilizada con el problemón que tenemos, y la gente ha tomado conciencia de que son muchísimos los que no gozan de una buena situación y que hay que volcarse.

«La gente está muy sensibilizada y ha tomado conciencia de que muchos lo están pasando mal»

Solicitud de dinero

- ¿Cómo les llegan los alimentos?

- Esto merece un capítulo aparte. Ha habido que tomar una resolución que nunca habíamos hecho. Ante la imposibilidad de hacer una campaña de recogida en primavera como otros años, hemos pedido dinero porque tenemos que comprar alimentos. De momento, en dos campañas que han hecho Eroski y BM, han salido 130.000 euros para que hagamos pedidos. Mercadona, por ejemplo, se ha volcado dándonos alimentos en grandes cantidades. Y El Corte Inglés y Lidl van a hacer también campañas.

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- Volviendo al aniversario, ¿cómo empezó todo?

- Yo no lo viví, llevo 19 años. Fue un grupo de ocho o diez personas que se lanzaron con toda la ilusión del mundo y sin ningún medio. El primer año repartieron 30.000 kilos, que nos reímos ahora porque repartimos anualmente más de 4 millones, pero eso fue la semilla que después fue creciendo.

- ¿Qué balance hacen de estos 25 años?

- Uno con dos vertientes: que es una pena que tenga que existir una organización así y que además siga siendo cada vez más necesaria. Y, por otro lado, una inmensa satisfacción de ver cómo hay cantidad de gente que reacciona ante la necesidad del de al lado.

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- ¿Desaparecerá la organización en algún momento?

- No. Seguiremos porque siempre va a haber en la sociedad un porcentaje de gente excluida. Lo deseable sería que esa franja fuese muy pequeñita, excepciones. Hablar en Bizkaia, que es un territorio dentro de España de nivel alto, de más de 30.000 personas necesitadas es muy doloroso, eso no es una franja mínima de personas, estamos hablando de algo mucho más serio y mucho más duro. A veces sueño que ojalá un día me despierte y diga que hoy solo tenemos que atender en Bizkaia a 3.000 personas, pero eso es una ilusión que a corto y medio plazo no la veré ni por asomo.

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