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José Domínguez
Domingo, 3 de febrero 2019, 02:51
Ayer fue un día raro en Bizkaia. Como estaba previsto, la borrasca 'Helena' atravesó el territorio y dejó un tiempo inclemente con nieve, lluvia, granizo, fuertes ráfagas de viento y olas de hasta cinco metros. Pero lo hizo por capítulos alternos que desconcertaron al más ... pintado. Porque lo mismo caía una tormenta que dejaba todo cubierto por un fino manto blanco, que el cielo se despejaba y relucía el sol o el viento hacía de la suyas. Y, además, dejó cada cosa en su sitio: los copos arriba en las cumbres y más abajo, en las calles, bolas de hielo que llegaron a tener el tamaño de garbanzos. Hoy la jornada empieza también fría y complicada, pero la cosa mejorará con el paso de las horas.
El caso es que tanto baile meteorológico complicó la vida a conductores, pasajeros y viandantes. En la carretera, porque la circulación fue difícil en muchos puntos de la red secundaria y también en la autopista A-8, tanto hacia Cantabria como a su paso por Ermua. Además, el tráfico debía tomar precauciones –y cadenas en algunos casos– en puertos habituales como Barazar y Urkiola, pero también en La Escrita, en Bikotzgane (Orozko), en Dima e incluso en Santo Domingo, ya en Bilbao.
El viento también mantuvo a muchos municipios en vilo. En zonas costeras temían sus efectos al unirse con la fuerza del oleaje para superar los 100 kilómetros por hora (108,6 en Punta Galea). Como pasó en Lekeitio, donde las ráfagas arrancaron varias chapas del tejado del frontón municipal. Aunque en realidad el vendaval cogió carrerilla y alcanzó mayor velocidad en el interior, en zonas altas como Untzueta-Orozko (117,1 km/hora), Oiz (116,4), o la Cerroja-Carranza (110,4). De hecho, en Las Encartaciones arrancó un árbol que cayó sobre la catenaria de la línea de tren que une Bilbao y Balmaseda a su paso por Alonsotegi, y sus 25 viajeros tuvieron que ser trasladados a su destino en autobús.
Hoy la cosa despierta más o menos igual, pero tenderá a mejor. La Dirección de Atención de Emergencias del Gobierno vasco mantiene la alerta naranja hasta el mediodía en el interior aunque, a medida que pasen las horas, la cota de nieve subirá de los 300 metros de la madrugada a rondar los 1.000 entrada la noche. Los cielos encapotados irán dando paso a los intervalos nubosos, y las fuertes rachas matutinas de viento norte-noroeste perderán fuerza por la tarde. Incluso a la noche girarán a componente sur, aunque las temperaturas máximas se mantendrán sin cambios y no se espera que suban en Bizkaia de los nueve grados.
Mañana el termómetro si que repuntará ligeramente y se podrían superar los 10 grados, aunque las mínimas también bajarán por debajo de los cuatro grados, lo que puede dejar más heladas en el interior. El martes amanecerá nuboso pero irá despejando, igual que las precipitaciones débiles irán a menos, y el viento flojo del suroeste contribuirá a que las temperaturas experimenten un ascenso de «moderado a notable».
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