Taxistas vizcaínos piden ayudas para mantener las tarifas

El establecimiento de las tarifas para los recorridos urbanos e interurbanos depende de los ayuntamientos y el Gobierno. Por eso, para actualizarlas los profesionales del gremio tendrían que negociar con estas administraciones. Además, un reajuste por la subida del precio del combustible tiene que pasar por varios procesos antes de ser efectiva. «En el mejor de los casos, se podría llevar a cabo en dos meses», asegura. A esto habría que añadir el gasto que conlleva poner al día todos los taxímetros, que asciende a «entre 150 y 200 euros por vehículo».

Los taxistas necesitan una alternativa «más rápida» que les permita seguir desarrollando su labor con normalidad. En este sentido, Musons apunta a una «bajada de impuestos» o una «ayuda para el sector, como están haciendo en otros países» para tratar de paliar los efectos de esta crisis. Por el momento, lo que sí descartan son opciones que supongan un «gasto extra para el cliente».

Los taxistas vizcaínos también se muestran reacios a «sumarse a las huelgas parciales» que está convocando el gremio de transportes. «Muchos nos dicen que tendríamos que salir a la calle para visibilizar nuestra situación, pero consideramos que primero hay que agotar las vías del diálogo y las solicitudes», señala Musons.

La Federación Vasca del Taxi es una de las agrupaciones de trabajadores que forma parte de la Asociación Nacional del Taxi (ANTAXI), un colectivo que ya ha solicitado al Ministerio de Transportes «una reunión con la ministra para encontrar una solución», que podría materializarse en «una ayuda para el sector». Una solución «fácil» que no supondría un «gasto añadido para los usuarios». De esta forma, «se podría absorber una parte del incremento del precio del combustible con un extra a final de mes, por ejemplo», valora el presidente de Radio Taxi Bilbao.