El Supremo rechaza privatizar la cocina, limpieza y lavandería en el hospital de Urduliz

El dictamen responde a un recurso de casación presentado por Osakidetza contra un fallo anterior del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que anulaba los pliegos de contratación para que empresas privadas asumieran los servicios mencionados. El Supremo ha decidido no admitir ese recurso, lo que obliga de facto a que el Servicio de Salud asuma directamente la lavandería, limpieza y cocina del centro sanitario, que atiende a 175.000 vecinos de Uribe Costa. Se pone fin así a tres años de conflictos judiciales entre la consejería -entonces dirigida por Jon Darpón- y las centrales, que consideraban que externalizar estas labores contravenía el convenio adoptado entre las dos partes en 2008 y 2010 para no privatizar servicios.

CC OO se felicitó ayer por el dictamen del Supremo al «hacer valer los acuerdos firmados» e instó a la nueva dirección de Osakidetza -encabezada por Nekane Murga- a «retomar la vía de la negociación y a cumplir con los compromisos alcanzados en los diferentes ámbitos de negociación». Por su parte, ELA emplazó a Osakidetza a que «deje de utilizar la vía judicial para evitar el cumplimiento de acuerdos» laborales y le exigió que ofrezca «un servicio cien por cien público, de calidad y con el personal necesario». Finalmente, ESK destacó el «vapapalo» propiciado por una resolución que «pone freno a las ansias privatizadoras de Osakidetza» y valora «la importancia del personal de limpieza y de cocina en los procesos sanitarios».

El conflicto judicial se remonta a hace tres años, cuando CC OO y ESK denunciaron las licitaciones ante el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales (OARC) del propio Gobierno vasco, que les dio la razón. Este comité aceptó que la medida adoptada por Salud contravenía los convenios según los cuales no privatizaría «ninguna nueva actividad» sin que existiera una situación excepcional.

Osakidetza acudió entonces a la justicia ordinaria para intentar dar la vuelta a esta decisión. Y para no ralentizar más la entrada en funcionamiento del hospital mientras esperaba la sentencia, contrató en octubre de 2017 a trabajadores de su bolsa de empleo para la cocina. En el caso de la limpieza, hasta entonces desarrollada por Limpiezas Villar, hizo lo mismo, mientras que la lavandería la asumió el hospital de Galdakao. En junio de 2018, el Tribunal Superior avaló la resolución del OARC, de manera que al Servicio de Salud solo le quedó el recurso al Supremo, que ahora falla también en su contra.