«En Suiza es normal ausentarse del trabajo para hacer la colada»
Vascos de altos vuelos ·
Este joven bilbaíno se instaló en Lausana hace cinco años al encontrar una oferta laboral acorde a sus expectativasSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vascos de altos vuelos ·
Este joven bilbaíno se instaló en Lausana hace cinco años al encontrar una oferta laboral acorde a sus expectativasHace ya cinco años que aterrizó en Suiza y Gabriel Santamaría confiesa estar muy a gusto en este país. «No creo que haya llegado mi hora de volver. Además, por mi tipo de trabajo me veo más en Madrid que en Bilbao – ... mis padres odian que diga esto–, aunque no descarto regresar en un futuro. Bilbao tiene muchas cosas buenas que no se tienen en todas partes», reconoce este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Precisamente ha sido la búsqueda de un puesto de trabajo acorde a sus gustos y expectativas lo que le llevó hasta la ciudad suiza de Lausana después de dar muchas vueltas. «Estudié entre Madrid, París y São Paulo de 2005 a 2011. Realicé las prácticas de la carrera en Francia y Brasil y al finalizar los estudios empecé a trabajar en Madrid, en una empresa con la que acabé pasando un mes en Shanghái. Pero dejé el trabajo porque no me gustaba mucho lo que hacíamos», confiesa.
Entonces se mudó a París para buscar trabajo allí, ya que en teoría, «teniendo el título de una universidad francesa, me era bastante fácil encontrar un trabajo mejor en Francia que en España», aunque finalmente acabó aceptando otro empleo en Madrid. «Después de un año en esa empresa, decidí que quería volver a irme fuera y encontré un trabajo que me gustaba en Suiza, donde llevo desde 2013 hasta hoy», resume.
Decantarse por este país surgió de forma natural. «Hablaba francés antes de venir, tenía amigos en Berna, la capital, conocía un poco el nivel de vida del país y quería un lugar donde se tratara bien al empleado y que fuera estable», indica este bilbaíno de 30 años. «Estaba trabajando en Madrid cuando me hablaron de la empresa en la que estoy ahora. Contacté con ellos y en una semana tenía un contrato de trabajo. Como tenía ganas de dejar el anterior empleo, no me lo pensé mucho y acepté», rememora.
Gabriel asegura haberse adapto «bastante fácilmente» a las costumbres suizas. «A muchos españoles les choca el clima –no nos pasa a los del norte, porque aunque es más frío, es muy parecido al de la cornisa cantábrica. Pero sí me sorprendió mucho la cantidad de seguros que uno tiene que contratar en este país de forma obligada o altamente aconsejada, porque el sistema sanitario es privado y muy caro», advierte.
Lo que más echa de menos de Euskadi es tener el mar cerca. «Aquí tenemos el lago Lemán, que es muy bonito, muy grande y todo lo que tú quieras, pero no es igual», lamenta. También añora la comida. «Comer pescado es muy caro –si lo encuentras– y comer carne en condiciones es bastante prohibitivo. En el País Vasco y en España en general se come muy bien sin tener que dejarse necesariamente el sueldo», señala.
Entre las cosas que más le han llamado la atención, Gabriel cuenta que «los suizos no suelen tener lavadora en casa, sino que comparten una para todo el edificio. Se establecen turnos por apartamento, llegando a darse el caso de que a veces solo puedes hacer uso de la máquina una vez cada dos o tres semanas. Por eso es muy normal que la gente se ausente del trabajo o no pueda quedar un determinado día porque le toca hacer la colada».
Además, son «muy tiquismiquis» con los ruidos. «Un día, una amiga acababa de salir de su casa, y cuando se dio cuenta de que se le había olvidado algo, volvió a entrar, dio tres pasos para cogerlo, y al salir, tenía a la vecina en la puerta para decirle que estaba armando un tremendo escándalo por el ruido de sus tacones», relata.
No obstante, también destaca las virtudes suizas. «Son muy tolerantes con los idiomas que se hablan en todo el territorio nacional y la lengua no se usa como arma política. Respetan mucho la riqueza cultural que les aporta hablar cuatro idiomas, aunque deberían aprender a preservar un poco más su historia y su cultura, porque se está perdiendo con la globalización», advierte.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.