«O me suben a cuestas o me tengo que ir a casa»

Aun así, sigue peleando por cosas sencillas, que a priori no supondrían un gran esfuerzo económico para las instituciones, pero que harían mejor su vida y la de otras personas con movilidad reducida. A día de hoy, entrar en algunos recintos de ocio le sigue siendo misión imposible. Por ejemplo, al pequeño frontón cubierto del parque Europa, punto de reunión de los críos y de sus progenitores. Sus amigos, todos padres de alumnado de centros de la zona, tienen que alzar los más de 80 kilos que suma su cuerpo, la silla y la moto cuando quiere estar con su chaval o jugar a las palas. Y es que cuenta con cinco accesos de doble escalera que le es imposible salvar. En cada uno de ellos hay seis escalones hasta el bordillo y otros tantos para bajar a la pista en la que juegan o hacen cumpleaños. «Cuando llueve, o me cargan y me suben a cuestas, o me tengo que ir a casa», relata.

Su cuadrilla ha enviado varias sugerencias al Consistorio a través del apartado 'Tu Ayuntamiento te escucha' adjuntando fotografías y pidiendo una solución urgente para Enaut o su pequeño, ya que se trata del único espacio donde pueden reunirse si caen unas gotas, porque el otro es un recinto de juegos para niños pequeños en la otra parte del parque Europa. «Es una faena no poder acceder, sobretodo si hace malo, porque mi hijo se quiere quedar con sus amigos y claro, no me puedo quedar aquí fuera mojándome. Si no tengo quien me ayude, nos tenemos que ir a casa», relata. «Con una rampa se solucionaría. Es increíble que las cosas sigan así cuando hay una solución tan sencilla», se queja su amiga Bego, una de las que alertó de la situación. «No pedimos una obra faraónica, pero al menos que se elimine un tramo de las escaleras. Creemos que es algo básico. Si nos dejan, ya lo hacemos nosotros», insiste. Además de Enaut, tienen las personas con carritos de bebé, que tienen que subir las escaleras con ellos a cuestas o los mayores se topan con la misma dificultad.

Ampliar

El área municipal de Obras indica que, tal y como se hizo saber a una de las amigas de Enaut el pasado junio, existían «varias propuestas» para garantizar la accesibilidad al frontón y estaban estudiando la más adecuada. Ésta, aseguró una portavoz, ya ha sido remitida a la comisión técnica del consejo de distrito de Txurdinaga y está valorada en apenas 55.000 euros. Su ejecución se deja a merced de la decisión de las asociaciones que participan en este órgano, que pueden o no priorizar esta obra entre otras reclamadas en todo el distrito y para las que hay un presupuesto anual limitado. «Es una verguenza que para una obra tan pequeña haya que esperar tanto. La accesibilidad es un derecho», claman los amigos de Enaut.