«¿Soterrar el tren? Lo creeré cuando empiece la obra»

La cuestión es que la aprobación por parte del Consejo de Ministros del proyecto informativo que permitirá soterrar el ferrocarril a su paso por Zorroza fue acogida con alegría contenida. Luis Muñoz, portavoz de la Asociación de Vecinos del barrio, lo ve como el resultado de «años de lucha». De decenas de concentraciones pidiendo acabar con unos pasos a nivel que han dejado una veintena de muertes en 35 años. Pero la euforia es moderada. Saben que «habrá que esperar varios años para que la reforma sea una realidad» y tienen miedo a que «un cambio de Gobierno lo eche atrás». «Acumula tantos retrasos que ya no es descartable que llegue otro Ejecutivo y diga que la obra ya no es prioritaria. O que se han encarecido demasiado los costes», añade Múñoz.

El portavoz de la asociación es cauto porque todavía desconoce el alcance de esta «victoria vecinal». Están pendientes de que el proyecto informativo completo se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y, así, conocer cuántas de sus alegaciones se han cumplido. Solicitaron «una boca de entrada que estuviese en un espacio más céntrico, que hubiera algún acceso a la estación desde la zona alta del barrio y que la refrigeradora de aire «se ubique en una zona que no moleste, debido al ruido que emite».

La mayoría de vecinos de Zorroza, en cambio, eran ajenos a estas cuestiones administrativas. Aunque celebraban que «por fin desaparecerá el incómodo paso a nivel», todavía guardaban cierto escepticismo y no descartaban volver a tener que pelear con la burocracia. El sentir general lo describía Marta Ugarte, administrativa de 42 años: «Hasta que no vea las excavadoras, no me lo creo».

José Angulo, un jubilado que reside en Zorroza desde hace 40 años, lamentaba las «demasiadas promesas incumplidas que ha sufrido el proyecto». «Al miedo a cruzar la calle –explicaba mientras mostraba que en el recorrido por la acera derecha en el paso a nivel apenas hay ángulo de visión para observar si viene el tren– se le suma un ruido insoportable para los que vivimos cerca», sentenciaba.

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, también celebró una noticia en la que el Gobierno municipal «ha trabajado durante años». Es consciente de que todavía «quedan otros pasos», como la licitación del proyecto constructivo y la posterior obra, pero insiste en que «hemos ido a Madrid las veces que ha hecho falta y a partir de este momento vamos a seguir trabajando», en alusión a que el proyecto informativo se licitó tras un protocolo de actuación firmado entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Transportes.

El grupo municipal de EH Bildu también festejó una noticia que es «el primer paso de una carrera de fondo». Su portavoz, María del Río, puso en valor «el trabajo realizado por la Asociación Vecinal» e insistió en que las administraciones competentes se comprometan económicamente para «saldar esta deuda histórica que no admite más demoras»