Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
david s. olabarri
Domingo, 29 de agosto 2021, 03:26
Los ertzainas de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) insisten en que la mayoría de las personas que necesitan ser rescatadas no son imprudentes. Muchas actuaciones tienen como origen algo tan simple como lesionarse un tobillo. También se dan bastantes desorientaciones en la montaña. ... Aunque cada cierto tiempo aparece alguien que comete alguna negligencia o que trata de aprovecharse de los recursos públicos.
Pablo Izaguirre, jefe de la sección de Montaña de la Policía vasca, recuerda el caso de un hombre que llamó desde un monte cercano a Gernika. Había subido hasta allí con una bicicleta eléctrica y se le había agotado la batería. Quería que le ayudasen a bajar. También les han derivado desde el 112 alguna llamada de personas que se habían quedado sin agua en la cantimplora, se estaban deshidratando y querían ver si le podían ayudar. Además, en torno al 31 de diciembre suelen ser fechas en las que se tienen que movilizar bastantes veces por imprudencias. Por ejemplo, gente que sube al Gorbea completamente nevado con zapatillas de calle, suelas lisas y pantalones de chandal.
Izaguirre insiste en lo importante que es planificar con respeto las actividades que se pretenden realizar. Además, advierte de otro problema. Desde que se aprobó la Ley de Tasas en 2011 hay muchos montañeros que se muestran reticentes a llamar al 112 a pesar de estar en apuros. Eso provoca que eviten pedir ayuda hasta que ya la situación es insostenible. «Y muchas veces ya es de noche, lo que impide movilizar el helicóptero» con el que se puede llegar a cualquier punto de Euskadi en menos de 40 minutos. Para cuando llaman, además, a muchos les queda menos de un 20% de batería en el móvil, lo que dificulta -o a veces impide- las comunicaciones con los rescatadores.
Lo cierto es que existe un gran desconocimiento en torno a la ley de Tasas. «Mucha gente nos pregunta cuánto le vamos a cobrar por el rescate», relata Izaguirre. En lo que llevamos de año sólo se ha cobrado una salida de los equipos de emergencia. Fue el 30 de mayo, a una persona que practicaba barranquismo en Foz de Istora. Fueron 543,76 euros. En 2020 se cobraron 3 rescates, todos por escaladas, que sumaron 4.395,17 euros. Un año antes se facturaron 7 actuaciones (6 por escaladas y 1 por parapente) que ascendieron a 8.613,85 euros. En 2018 se cobró el rescate a un escalador y a uno que hacía motocross por un total de 1.568 euros.
La ley establece que sólo se cobran los rescates de los deportes de riesgo. Por ejemplo, la escalada o el surf, entre otros. El montañismo y el senderismo, que representan la inmensa mayoría de las actuaciones de la Ertzaintza, no entran dentro de esta categoría. Sólo se cobraría en el caso de que se salga al monte en alerta naranja o roja por meteorología adversa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.