Ocho kilómetros en dirección a la tragedia

Los trabajadores de la AP-8 fueron conscientes de la tragedia que se avecinaba cuando vieron como un Opel Astra gris conducía este sábado en dirección prohibida a la altura de la localidad guipuzcoana de Astigarraga donde, según las primeras investigaciones, se había incorporado de forma errónea a la vía rápida. Este automóvil puso en alerta todos los sistemas de seguridad de la autopista pero las medidas se mostraron inútiles. «Les hemos dado las luces largas y se ha intentado avisarle pero no ha servido de nada», explicó uno de los empleados que asistió al avance imparable de este turismo.

En los túneles de Arizmendi y de Aritzeta se activaron los mensajes de la señalización luminosa para informar al conductor de que circulaba en dirección contraria. El piloto no se percató de las advertencias y no frenó. En total, circuló ocho kilómetros en dirección contraria y en los últimos momentos de su recorrido llegó a esquivar a dos turismos que avanzaban en el sentido correcto. Según uno de los empleados de la autopista, en ese momento el automóvil «no circulaba a una gran velocidad» lo que evitó que el accidente tuviera consecuencias más fatales.

En el momento final de su trayecto, el turismo chocó con la ambulancia de transportes Gipuzkoa en la que viajaban tres pacientes que se dirigían a recibir su tratamiento de diálisis. A consecuencia del impacto, el Opel Corsa salió despedido hacia uno de los laterales del carril y se empotró en la mediana de cemento que separa las dos vías. Dos de los seis pasajeros que viajaban en el turismo fallecieron en el acto.