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elcorreo.com
Miércoles, 19 de octubre 2016, 15:05
Agentes de la Guardia Civil de Bembibre (León) han detenido al hombre que este lunes secuestró durante unas horas a su expareja y la sometió a numerosos abusos y vejaciones, como introducirle pegamento y líquidos abrasivos en la vagina. El sospechoso había salido de prisión ... dos días atrás, tras ser encarcelado por incumplir la orden de alejamiento de la mujer dictada por un juez. «Pido protección para mí y para mi hijo porque si no este hombre me va a matar», clama la víctima, de 36 años, en declaraciones al diario digital leonoticias.com.
El hombre fue arrestado ayer y hoy ha pasado a disposición del titular del juzgado de primera instancia e instrucción 5 de Ponferrada, competente en materia de violencia de género, que le tomará declaración y decidirá sobre su situación en las próximas horas. El juzgado ha citado también a la mujer para que declare como denunciante.
Aunque la supuesta víctima denunció que su expareja iba acompañada por otro hombre cuando la secuestró en las inmediaciones de su casa en Fabero (León), por el momento sólo se ha producido una detención. «Yo no estoy muerta, de momento, pero estoy sentenciada por ese hombre, Y mi hijo no está muerto porque los amigos de él, los que me llevaron hasta las vías del tren, se echaron para atrás y me dejaron tirada», ha explicado la mujer visiblemente afectada y en tratamiento psicológico ante el Palacio de Justicia de la capital berciana poco antes de ser sometida a un reconocimiento por parte del médico forense.
La abogada de la víctima, Emilia Esteban, ha explicado que su defendida fue abordada por dos personas cuando iba a salir de su casa sobre las once de la noche y para pasear a su perro y fue obligada a entrar en un coche. Reconoció a su expareja como uno los asaltantes aunque no pudo identificar a la otra persona.
Después fue desnudada, maniatada y le taparon los ojos con una media para después golpearla y someterla a abusos y vejaciones. De madrugada la abandonaron en el barrio de estación de la capital del Bierzo Alto y, tras recibir los primeros auxilios, presentó la denuncia ante la Guardia Civil.
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