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Imagen de archivo de Juan Miguel Ortega, considerado el mejor 'butronero' de la historia del crimen en España.

Cae tras siete años de búsqueda el sicario que asesinó al 'aristócrata' del crimen español

La Policía detiene al mercenario que supuestamente mató de un disparo en el corazón al que fuera el mejor ladrón de bancos de Europa, un jerezano conocido como 'Robocop' o 'Rambo' y adicto a las prostitutas, el viagra y la cocaína

óscar b. de otálora

Martes, 10 de mayo 2016, 20:20

La Policía Nacional detuvo ayer en Madrid al sicario que hace siete años asesinó de un disparo en el corazón en Jerez a Juan Miguel Ortega, considerado en su tiempo uno de los mejores ladrones de bancos de Europa y un delincuente demasiado intenso, incluso ... para el submundo del hampa española. El crimen de Ortega, alias 'Robocop' o 'Rambo', siempre había estado claro. La noche en la que le mataron se fue de copas por la ciudad andaluza con la persona que supuestamente le disparó -tenía total confianza en él- e incluso le llevó a su casa, en la que convivía con su familia tras haber salido de la cárcel. Allí, los allegados escucharon un disparo y luego vieron salir al ahora detenido, que explicó que se había tratado de un suicidio y que huía porque estaba en tercer grado y no quería problemas con la Policía. Desde ese momento era el principal sospechoso del crimen y estaba siendo buscado por el Grupo de Localización de Fugitivos Nacionales, la unidad especializada en capturar a huidos. Ayer lo atraparon tras siete años de persecución.

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La investigación ha permitido confirmar la sospecha que desde hace años se manejaba en círculos policiales y criminales, Ortega fue asesinado, presuntamente, por orden de Angel Suárez, 'Cásper', el conocido delincuente al que le gusta que apoden también 'El Padrino', y que no soportó ver cómo su antiguo socio se negaba a colaborar con él. En su día, amigos del 'butronero' también intentaron actuar por su cuenta y no sólo encontrar al asesino sino también aclarar las causas del disparo. Algunos de ellos, que habían cumplido condenas por robos, acabaron por encogerse de hombros y atribuir el asesinato a «unos cuantos malentendidos». Sin duda, se dieron cuenta de que era un tema que les superaba si 'Casper' estaba de por medio.

Caja de herramientas

Según señalaron en su día a EL CORREO los policías que investigaron durante años a Ortega, era una persona «demasiado intensa». En los 80 y 90, formaba parte de la banda de 'Cásper', una organización que cayó por un 'butrón' realizado en el Banco Popular de Yecla, perpetrado en la Nochevieja de 1998 y en el que se apoderaron de 4,8 millones de euros. Esa noche quebrantaron sus normas de seguridad y la banda olvidó una caja de herramientas en la cámara acorazada. Esos objetos permitieron a la Policía llegar a gran parte de la organización. Ortega se salvó.

«Perseguirle era dificilisímo», recordaba en su día uno de los agentes que durante años investigó a 'Robocop'. «Era una persona muy metódica, incluso cuando perdía la cabeza». Todavía hay muchos butrones cometidos en España que están sin resolver y que las fuerzas de seguridad saben que fueron cometidos por la banda de 'Cásper', aunque no hay forma de demostrarlo. «Ortega, cuando estaba preparando una operación, se concentraba como un atleta olímpico. Pero lo que sucedía es que no soportaba la tensión y tenía que desfogarse. Sabemos que iba a 'puticlubs' y, tras tomar cocaína y viagra, se pasaba toda la noche en el local. En muchas ocasiones, después de un robo en un banco, acudíamos a burdeles y si nos contaban que un hombre musculoso, evidentemente 'puesto', había estado allí toda la noche, sabíamos que había sido 'Robocop', aunque no había forma luego de relacionarlo con el robo». La Policía, en este sentido, consiguió realizar seguimientos a Ortega, pero era un profesional y sabía librarse de todas las sombras. «Nos volvía locos», recuerda el agente. «Podía salir de casa a las cuatro de la mañana, irse a a una playa y empezar a correr durante un par de horas. Era un fanático del deporte y cambiaba sus rutinas cada día para no ser vigilado», rememora el policía. Pero le perdía su impulsividad.

Ortega, por ejemplo, fue imputado por un robo en el Banco de Comercio de Málaga en el que le acusaban de haber robado 208 millones de pesetas por un butrón. Durante el juicio, declaró: «Señoría, creo que tengo derecho a robar un banco y autoridad para ello, lo anuncio aquí para que lo puedan probar cuando lo haga porque, hasta ahora, la policía no ha podido inculparme en ningún butrón». Fue absuelto.

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Vínculos con el GAL

Finalmente cumplió una condena por un asalto a un depósito policial de droga confiscada en Valencia, en el que se apoderaron de 107 kilos de cocaína. En esa ocasión, la venta de parte de la droga a traficantes de Madrid permitió localiza a la banda. Una de las personas condenadas en ese caso fue Luis Morcillo, un oscuro personaje del hampa vinculado a los GAL al que se le ocupó parte de la droga robada en la capital valenciana. Este matón llegaría a confesar en un medio de comunicación su participación en el asesinato del pediatra y ex dirigente de Herri Batasuna, Santiago Brouard. Morcillo, sin embargo, no fue condenado puesto que el juicio por el crimen ya se había celebrado y al tratarse de cosa juzgada no podía reabrirse.

'Robocop', al salir de prisión, no tenía intención de continuar en el mundo del crimen y deseaba vivir en Jerez, la ciudad en la que se había criado. Según señalaron en su día miembros de su familia. Sus antiguos socios no lo permitieron.

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