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Miércoles, 20 de enero 2016, 12:10
Triana Martínez, acusada del crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, ha declarado este miércoles que la dirigente del PP no le dio la plaza en la institución que había convocado para ella porque no quiso acostarse con la víctima.
Martínez ... lo ha confesado durante su comparecencia en el juicio por el crimen, del que también están acusadas su madre y asesina confesa, Montserrat González, y la policía local Raquel Gago, que declarará también este miércoles.
A preguntas del fiscal, Triana, que también ha reconocido que el 12 de mayo de 2014 su madre la avisó que había visto a Carrasco e iba a acabar con ella, ha asegurado que la víctima le había perjudicado como presidenta de la Diputación.
«¿En qué?·, le ha interrogado el fiscal. «En la vida», ha respondido la joven antes de señalar que la Diputación creó una plaza para ella, «pero como no me quise acostar con ella, se encargó de enchufar a otro» para ese puesto.
Ha reconocido que no había contado el hecho a sus allegados porque sentía «vergüenza». «Me sentí mal y solo se lo conté a mi madre», pero no comentó nada de ese supuesto acoso a su padre, inspector del Cuerpo Nacional de Policía.
Fue tras las vacaciones de Navidad de 2010 cuando Carrasco citó a Triana en su casa para que le instalara una aplicación de llamadas. Ya en la vivienda, ha relatado la acusada, de 36 años, Carrasco le dijo que la plaza había salido y le instó a quedarse porque tenía «mucho que ganar». «Me besó y se me insinuó todo el rato», ha agregado. Meses después, Triana sí habló de este incidente con otras personas, en concreto con los psiquiatras, que se lo «sacaron».
«Le dije que no hiciera una tontería por mí»
La acusada del crimen ha declarado al fiscal que ella le dijo en varias ocasiones a su madre, Montserrat González, que no matara a la víctima. «Mi madre me llamó (antes del asesinato). Me preguntó que dónde estaba, que fuera para el coche, que estaba viendo a Isabel Carrasco. Esto se va a terminar ya, me aseguró. Yo le dije que no hiciera una tontería por mí, que no se metiera en problemas».
Sin embargo, ha asegurado que «no sabía nada» de los abundantes indicios hallados en su casa tras el registro policial -fotos de Carrasco, un revólver, planes de seguimiento- ni de qué había en el bolso que llevaba su madre tras tirotear a la presidenta del PP leonés.
El fiscal Emilio Fernández, que pide 23 años de prisión para Triana por un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, ha tratado que la acusada incurriera en alguna contradicción, pero en líneas generales ésta ha salido bien parada aunque en el hilo de su declaración también ha habido lagunas.
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