Asunta dijo a sus profesores que su madre le daba «polvos blancos»

En la jornada de este miércoles estaban llamados a declarar como testigos cinco docentes que presenciaron dos incidentes distintos, así como una profesora de ballet que también ha hablado de cambios en el comportamiento de Asunta durante sus clases.

En primer lugar han declarado la directora de un curso de música al que Asunta asistió en los primeros días de julio de 2013, así como la profesora de violín del mismo, que han contado como el día 9 la niña acudió al centro con síntomas de somnolencia y descoordinación.

"Mi sensación fue como de que estaba sonámbula", ha definido la directora del curso la actuación de la niña, que no pudo participar en su clase de orquesta ya que presentaba una gran "descoordinación".

Aunque ella no le dio clase de forma directa, sí ha contado como en algún momento a lo largo de la mañana Asunta entró sorpresivamente en su aula, cogió una silla y "se puso a revolver unas partituras". Ante las preguntas de la profesora, la niña la miró, no le respondió, y salió del aula. La testigo ha contado que ese comportamiento era insólito en Asunta.

Estaba "drogada"

En la misma línea, la profesora de violín ha indicado que Asunta estaba "bastante somnolienta" ese día, que "no atendía a las indicaciones" y que presentaba una importante "falta de coordinación", aunque era capaz de caminar por si sola.

Al finalizar la mañana, ambas profesoras hablaron con la madre de Asunta, quien acudió a recoger a la niña, y le comentaron que el padre había asegurado que estaba "drogada" porque había tomado antihistamínicos, al tiempo que le quitó importancia a su estado. En su momento, Alfonso Basterra mantuvo que había acudido él mismo a recoger a la menor.

"Rosario dijo que no, que para nada era normal y que iba a llevar a la niña al hospital", aunque desconocen si efectivamente lo hizo. Según declaró Porto, no consultó con ningún médico este episodio.

Polvos blancos

A continuación han declarado la directora y una profesora de la Escuela Play, a donde acudía Asunta y en la que, según han confirmado ante el tribunal, la niña contó que su madre le había dado unos "polvos blancos" que la habían hecho dormir durante días.

La profesora de violín con la que estuvo ese día, el 22 de julio, ha explicado que, según le comentó un compañero, el padre dejó a Asunta en la escuela advirtiendo que el día anterior no había podido ir por un episodio de alergia. Sin embargo, al entrar en la clase y preguntarle a la niña, esta le espetó: "Yo no tuve alergia, no se lo que me están dando y nadie me quiere decir la verdad".

Extrañada por su respuesta, la mujer continuó preguntándole, ante lo que Asunta le relató que le habían dado "unos polvos blancos" que "sabían fatal" y que la habían llevado a dormir durante "dos días".

La profesora ha destacado que se alarmó ante estas declaraciones porque la víctima era "muy reservada" y porque al iniciar la clase "comenzó a fallar" en un ejercicio de calentamiento muy conocido. "Vi que se tambaleaba y le dije: '¿No te quieres sentar?', y ella me dijo 'Si, como alguien no me coja, me voy a caer", ha narrado la testigo.

Dejando de lado el violín, la profesora quiso distraer a la niña preguntándole qué había desayunado, algo que ella no supo recordar. "Le dije que no pasaba nada, que a veces yo tampoco me acordaba y ella me dijo 'No, no, a mi eso no me pasa, porque tengo memoria inmediata'", ha contado la testigo, ante quien Asunta aseguró que no era capaz de recordar varios datos de días anteriores.