Un verano de luto

El verano de 2015 viste un luto perenne. Cuenca aún lloraba la muerte de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, de 24 y 26 años respectivamente, cuando su supuesto asesino y exnovio de Marina, Sergio Morate, fue detenido ayer en Rumanía.

El fallecimiento de las dos amigas -halladas a orillas del río Huécar, quemadas y con restos de cal- ha sido solo el último de una retahíla de crímenes durante esta época estival de los que parece haberse perdido la cuenta. Oscuro leitmotiv el de estos tres meses, con las víctimas de violencia machista y parricidios como trágicos protagonistas.

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30 de junio

Triple asesinato y suicidio en Villajoyosa

Un hombre de 38 años supuestamente apuñaló a su hijo de 7 años y a la hija de 14 de su pareja sentimental en Villajoyosa (Alicante). Del mismo modo mató a su madre, de 66 años. Él acabó con su vida al hacer explotar una bombona de gas de butano en la casa de campo donde fue cometido el crimen.

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3 de julio

Tirotea a su exnovia y a la pareja de ella en Arbo

Arturo D. acabó presuntamente con la vida de su expareja (30 años) y con la del actual novio de esta (36) en Arbo (Pontevedra). Los cuerpos presentaban indicios de haber sido tiroteados, probablemente con una escopeta. El presunto asesino fue detenido después de que las víctimas fueran halladas dentro de un coche en la zona de A Telleira, un monte de la localidad.

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5 de julio

Crimen y suicidio en Pravia

Tras agredir con un candelabro a la anciana que ciudaba, un hombre de 65 años degolló a su pareja en Pravia (Asturias). Él natural de esta localidad de Asturias y ella de Portugal, llevaban diez años juntos y tenían una hija en común, que se encontraba fuera del pueblo por motivos laborales.

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9 de julio

Pareja hallada muerta en Arganda del Rey

Una mujer de 22 años y un hombre de 30, ambos de origen rumano, fueron hallados muertos en el domicilio de ella, em Arganda del Rey (Madrid). Aunque habían sido pareja en el pasado, los fallecidos ya no salían juntos. Las primeras pesquisas indican que él se digirió a la casa, degolló a la joven y se ahorcó en una reja. No había denuncias por malos tratos ni él contaba con antecedentes, pero los vecinos aseguran que escucharon una fuerte discusión y golpes en la vivienda el día del crimen.

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10 de julio

Prende fuego a su expareja en La Palma

A plena luz del día y en el mismo comercio donde ella trabajaba. Una mujer de 27 años fue quemada viva por su expareja en la isla de La Palma. Él se personó en el establecimiento y la roció con un líquido inflamable para después prenderle fuego. Poco después, ella falleció en el hospital debido a la gravedad de las quemaduras que sufría. El supuesto asesino fue detenido en un centro de salud cercano, a donde acudió para ser atendido por heridas sufridas en el suceso.

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15 de julio

Abandona a su bebé en un contenedor en Mejorada del Campo

Una mujer de 37 años abandonó a su bebé de solo tres semanas en un contenedor de la localidad madrileña de Mejorada del Campo. Fue un vecino quien escuchó los llantos del recién nacido y alertó a la Guardia Civil. El pequeño fue trasladado al hospital y se constató que se encontraba en buen estado de salud. La madre ha sido detenida y ahora se investiga si hizo lo mismo con un hijo anterior: un informe médico señala que dio a luz hace dos años, pero nada se sabe de aquel vástago. La mujer, de nacionalidad colombiana y con otros tres hijos de 4, 5 y 11 años, no ha dado explicaciones de por qué lo hizo; sí ha comentado que marido no quería tener más hijos.

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29 de julio

Un concejal mata a su mujer y se ahorca en la cárcel

El concejal de Esquerra Unida Marcos Cabo (45 años) fue acusado de la muerte de su esposa, Dolores Moya (41), en un incendio provocado en su casa de Serra (Valencia). Aunque desde el momento de su detención fue activado el protocolo de vigilancia antisuicidio, el político acabó con su vida tres días más tarde en la cárcel de Picassent, ahorcado con un sábana. Cabo se declaró en todo momento inocente: según su testimonio, no se encontraba en la vivienda cuando surgió el fuego. Las quemaduras de su brazo izquierdo indicaban lo contrario; también la reconstrucción llevada a cabo por la Guardia Civil, que le situaban de nuevo en la casa, prendiendo fuego al comedor con su mujer dentro.

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31 de julio

Parricida de Moraña

El caso del Parricida de Moraña (Pontevedra) ha helado la sangre del país. David Oubel degolló a sus dos hijas de 4 y 9 años con una sierra radial a finales de mes. Todo, presuntamente, para vengarse de su exmujer, de la que se había separado un año antes. Fue a ella a la primera que llamó, momentos antes del crimen, para informarle de sus intenciones. Después avisó a la Guardia Civil, pero nada se pudo hacer para evitar el doble asesinato. Posteriores testimonios reflejan la frialdad con la que Oubel preparó el parricidio: el día que adquirió la sierra, bromeó con el dependiente sobre la potencia de corte de la máquina. El 9 de agosto fue trasladado a una cárcel de León tras sufrir constantes amenazas en Pontevedra, donde había sido internado.

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5 de agosto

Mata a tiros a su mujer y a sus dos hijos y se suicida en Castelldefels

Por si el crimen de Moraña no fue dramático, otro hombre de 65 años mató de un tiro a su mujer de 45 y a sus dos hijos de 7 y 12 en Castelldefels (Barcelona). Después se suicidó. La pareja, él de origen uruguayo y ella bielorrusa (ambos con nacionalidad española), solían mantener acaloradas discusiones que en alguna ocasión obligaron a personarse a los Mossos y la Policía Local. Aún así, no consta ningún proceso abierto por violencia machista.

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12 de agosto

Mata a su expareja a machetazos en Castelldefels

Solo una semana después y en la misma localidad, un hombre de 50 años mataba a machetazos a su expareja, de 44. La mujer se dirigía a trabajar de madrugada cuando el presunto agresor la asaltó en plena calle y la atacó. Tenían un hijo en común, y ella había rehecho su vida sentimental con otra pareja. Aunque, alertados por los gritos los vecinos trataron de socorrerla, nada pudieron hacer por la víctima.

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12 de agosto

Degüella a su bebé en un cementerio en Toledo

"¡Tengo el demonio dentro!", gritaba Zaida (36 años) cuando degolló a su bebé de solo tres meses en la capilla del cementerio de La Villa de Don Fadrique (Toledo). La mujer fue detenida en la iglesia del pueblo, donde se había atrincherado y autolesionado tras cometer el crimen. A Zaida se le había diagnosticado una depresión posparto; en el pasado había tenido problemas psíquicos, hace tiempo sufrió adicción a las drogas y estuvo ocho días en la unidad psiquiátrica del hospital de Alcázar de San Juan. Conscientes de su estado, la madre de la presunta parricida se hacía cargo en la actualidad de sus hijos: el pequeño fallecido, y otra niña de 3 años. Poco antes de las ocho de la mañana del pasado miércoles, Zaida le arrebató el bebé y acudió al campo santo alegando que "tenía que hacer un sacrificio".