Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
CRISTINA DEL RÍO
Jueves, 6 de agosto 2015, 10:36
"Es algo impropio de ella, es muy tímida y responsable, por eso no quiero agobiarla a preguntas, no dormimos en toda la noche pero ahora respiramos tranquilos". Según informa el comercio.es, la madre de Eva N. D., guipuzcoana de 13 años, descansó ... ayer tras una larga noche sin dormir preguntándose dónde estaría su hija. La adolescente había bajado la basura del piso en el que la familia pasa sus vacaciones de verano en la avenida del Campón de Salinas, el martes a las 19.45 horas, y no había regresado. Comenzó entonces una búsqueda frenética por toda la comarca que dio sus frutos a las cuatro de la tarde del día siguiente.
Dos jóvenes, Javier Cerezo y Sergio Sánchez, de 16 años, vieron la noticia en la página web de La voz de Áviles-El Comercio y reconocieron a Eva sentada en un banco frente a la Escuela Oficial de Idiomas, en El Quirinal, el barrio en cuyo parque la adolescente pasó la noche a la intemperie. Avisaron al 112 que, a su vez, se puso en contacto con la Policía Local. La encontraron caminando por el Montán, una zona próxima al tanatorio. Se habían desplegado por toda la zona del Quirinal y aledaños al saber que la adolescente se había marchado del banco en el que había sido localizada cuando los chicos le preguntaron si se llamaba Eva y le informaron de que la noticia de su desaparición estaba difundiéndose por las redes sociales.
Fue relativamente fácil localizarla. Eva, morena de pelo muy largo, iba vestida con una equipación del Real Madrid de color azul. Javier Cerezo y Sergio Sánchez la distinguieron al momento mientras paseaban en bicicleta. Su rápida actuación permitió el desenlace poco tiempo después.
En apenas unos minutos, un agente en moto localizó a la joven que fue recogida en un coche camuflado y trasladada a la comisaría de la Policía Local, donde se produjo el reencuentro con sus padres hacia las cuatro de la tarde. Hasta llegar a casa todavía pasarían unas horas más, las necesarias para acudir al cuartel de la Guardia Civil en Piedras Blancas, donde se había presentado la denuncia de la desaparición y presentar testimonio. A partir de las seis, aproximadamente, la familia pudo, por fin, concluir una jornada muy larga y pesarosa.
Líneas de investigación
La hipótesis de la huida voluntaria fue la principal desde el comienzo de la investigación aunque, como señalan fuentes oficiales, nunca se descarta ninguna cuando se trata de la desaparición de un menor. Eva N. D. había dejado su teléfono móvil en casa, pero llevaba una mochila con la cartera cuando se fue.
La Guardia Civil activó el protocolo de búsqueda establecido por la Secretaría de Estado de Seguridad que contempla la investigación, en primer lugar, de las líneas de transporte y la entrevista a conocidos. Las fuentes consultadas señalaron que los agentes habían ampliado el radio de acción hasta el País Vasco, donde reside la familia, y por las redes sociales, líneas que no arrojaron ningún resultado puesto que la joven apenas tiene actividad en ellas.
La Policía Judicial también se presentó en el domicilio para registrar la habitación de Eva y obtener alguna pista que diera con su paradero.
La hipótesis del instituto armado resultó correcta pero Eva no había regresado al domicilio familiar de Olaberria ni había contactado con ningún familiar o amigo. Se había quedado mucho más cerca, en Avilés. Al parecer, la adolescente había venido caminando desde Salinas y desorientada, puesto que no conoce bien la ciudad, no supo encontrar el camino de vuelta cuando quiso hacerlo. Después se supo que aunque portaba una cartera, no llevaba dinero para hacer una llamada de teléfono y optó por buscar un lugar recogido para pasar la noche. Eva reconoció ayer con un monosílabo afirmativo que había sido una chiquillada y aseguró, con la misma fórmula, que no volvería a hacerlo. Solo lo aseguró con un escueto 'no', pero lo cierto es que en el rostro de la niña se apreciaba la fatiga y el desasosiego de una fuga con, afortunadamente, final feliz.
La familia, asimismo, descartó que se hubiera producido discusión alguna que hubiera motivado la fuga.
Jornada agotadora
Sus padres confirmaron a este periódico que había pasado la noche al raso en el parque de María Zambrano. La niña, que por seguridad eligió un lugar protegido y alejado de posibles peligros, "pasó la noche empapada por el riego automático y tiene los pies destrozados de tanto caminar", explicó su madre una vez más, tranquila y reunida toda la familia en el piso de Salinas en el que veranean.
"Ha sido horrible", confesaba la madre, "toda la noche recorriendo Piedras Blancas, Avilés, Salinas..., en pie y en coche. Llegamos a poner carteles hasta en Pravia, por temor a que hubiera cogido un tren y hubiera llegado hasta allí".
La madre de la joven quiso agradecer la colaboración de todo el mundo y el cariño recibido por familiares, vecinos y amigos. Ahora solo desean disfrutar tranquilamente de su estancia vacacional en Salinas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.