Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fermín Apezteguia
Sábado, 28 de noviembre 2015, 22:17
Esta es una buena noticia para los que siempre tienen una excusa para dejar la cama sin hacer. Investigadores de la Universidad de Kingston, en Londres, han descubierto que dejar la habitación bien arregladita por la mañana, tal como nos enseñaron nuestras madres, es un ... auténtico error porque favorece la vida de los ácaros que viven entre las sábanas. Lo sano, por lo que parece, es dejar la cama revuelta, como si hubieras tenido que salir con mucha prisa, y arreglarla por la noche, antes de irse a dormir. De esa manera, los microbios que castigan a los asmáticos se mueren al contacto con la luz y, sobre todo con el aire fresco, el aire fresco.
El hallazgo tiene ya un tiempo, no es reciente. Está en todo caso de actualidad, porque los meses del otoño son los más complicados para los alérgicos a los ácaros, que son unos bichos muy pequeños, de la familia de los aracnidos, que favorecen la aparición de crisis asmáticas. En Euskadi, según explica el presidente de la la Organización Mundial de la Alergia (WAO), Ignacio Ansotegui, jefe de Alergia e Inmunología del hospital Quirón Bizkaia, existen dos temporadas claras de alergias.
Otoño, el calvario de los asmáticos
En primavera se da el ataque de las gramíneas y en la actual época del año, en otoño, las urgencias se llenan con pacientes afectados por ataques de asma provocados por los microbios del polvo. «A partir de octubre, con una humedad relativa y al mismo tiempo calor, los ácaros se encuentran en su medio ideal. A_mucha gente le pilla sin tratamiento, porque en verano se confían. Ahora, con la llegada del invierno, en cuanto comiencen a encenderse las calefacciones, el pico caerá», vaticina el experto.
Los investigadores de la Universidad de Kingston descubrieron que al hacer la cama, los ácaros se encuentran en su medio ideal. Un espacio poco ventilado, con cierta humedad provocada por el sudor humano y los diminutos restos de piel perdida durante la noche que les sirven como alimento es para ellos tanto como la gloria. Si se dejan las sábanas abiertas y las ventanas abiertas, la humedad relativa de la cama desciende y las sábanas se secan. Los ácaros pierden su caldo de cultivo.
Los expertos consultados consideran, con todo, que no es necesario tomar medidas tan drásticas, sino recurrir al sentido común y la higiene. Los ácaros y el resto de la fauna que convive entre las sábanas y la funda nórdica desaparecen, según demostró en su día el Instituto Pasteur, lavándolas en lavadora al menos una vez a la semana a una temperatura mínima de 60 grados. El colchón, que también es un nido de animalejos diminutos, hay que ventilarlo cada seis meses. «Lo que hay que hacer comenta el especialista en Medicina Interna Ricardo Franco, del hospital de Basurto es ventilar dos veces al día las viviendas, no solo una, que ahora la gente con las prisas se olvida de hacerlo. Si encima eres alérgico, razón de más».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.