«La carne roja tiene alternativas más saludables como el pollo o el pavo»

Para que el consumo de carne roja y embutidos no sea perjudicial para la salud, Aranceta aconseja no comer estos productos más de dos veces a la semana y en raciones que no superen los 50 o 60 gramos. «En estos casos, lo mejor es acompañarlos con vegetales crudos como una ensalada verde o tomate, o tomar una pieza de fruta en el postre», recomienda el médico nutricionista. Para reducir los riesgos, también es preferible tener un ritmo de vida saludable. «Afecta más con una dieta desestructurada. Es necesario que haya una compensación», señala Aranceta. «Nutricionalmente las carnes rojas no son un elemento necesario. Se pueden sustituir por otro tipo de carnes como pollo o pavo y alimentos ricos en proteínas como las legumbres», cuenta el experto.

«Los temas de salud no son lineales ni predecibles. Pero si facilitas su desarrollo con agentes externos y estilos de vida negativos, actúan como una tómbola; tienes más posibilidades de contraer una enfermedad», remarca. Pero no solo la frecuencia o la cantidad que se consume puede tener efectos negativos sobre la salud, también influye la forma en la que se cocinan. «Los productos al contacto con las brasas generan un gran potencial carcinogénico. Eso sí, no hay ningún problema en hacer un par de barbacoas en verano», explica Aranceta. Por ello, lo más recomendable es que productos como las salchichas o las chuletas se hagan al vapor o a la plancha, y que vengan acompañados de una ensalada y fruta.