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Iban Garbayo
Martes, 23 de junio 2015, 01:30
Llegó la hora. Es verano. Mientras el niño busca el rastrillo y las palas para jugar en la playa, tú te centras en rellenar el neceser con lo que necesitas llevar. Metes la botella de agua, la gorra, la toalla... Crees que lo has guardado ... todo. Sin embargo, se te olvida algo que es indispensable: la crema solar. El sol es un riesgo que puede dañar seriamente nuestra salud por lo que debemos de prestar mucha atención al cuidado de nuestra piel. No queremos sustos futuros.
Las cremas solares y otros elementos son nuestra arma contra este peligroso elemento, que aunque parezca inofensivo, puede acarrearnos graves problemas con el paso de los años. Conocer su correcto funcionamiento, su uso... son fundamentales para exponerse de forma segura. Una profesional consultada por elcorreo.com ofrece una serie de consejos para cuidar nuestra piel este verano.
Antes de ir a la playa
Evitar ir en las horas centrales del día. "Lo más importante es que no se esté al sol de doce del mediodía a cuatro de la tarde. Eso es lo fundamental", explica Begoña Ramos Bareño, residente dermatóloga en el hospital de Basurto.
Especial atención a los bebés y los niños. Los más pequeños de la casa se pasan el tiempo jugando y apenas se dan cuenta de que están bajo el sol y por ello pasan casi tres veces más de tiempo que los adultos expuestos. "Los menores de 6 meses nunca deben ser expuestos directamente al sol", alerta la experta. "Los niños tienen que utilizar siempre ropa o protección en la zonas que les quedan expuestas de más de 30", añade.
Darse crema 30 minutos antes. Después de aplicarte la loción se debe esperar entre 20 y 30 minutos antes de tomar el sol. Esto es debido a que no todos los protectores actúan de la misma forma y algunos tardan varios minutos antes de hacer efecto. Hay que prestar especial atención en las áreas más sensibles del cuerpo como la cara, el cuello y los brazos.
Gafas, gorra, sombrilla... Ir equipado con diferentes accesorios. Son algunas de nuestras 'armas' para evitar una insolación. Estos elementos paliarán los efectos de los rayos solares y evitarán que nos llevemos un susto. Eso sí, en el caso de las gafas presta mucha atención a las que compras. La protección debe primar sobre la estética, es posible encontrar modelos muy llamativos y baratos pero que no cumplen las exigencias de la Unión Europea. La mejor opción es acudir a una óptica o a unos grandes almacenes que garanticen la protección en las lentes.
En la playa
Darse crema cada 2 horas. En el caso de utilizar spray se recomienda echar alrededor de 4 o 5 toques en el cuello y en la cara, mientras que si optamos por el método tradicional se debe echar alrededor de dos dedos de largo en cada parte del cuerpo (brazos, pierna, torso...). "Es lo mismo para niños y adultos. Te tienes que dar crema siempre cada dos horas. Hay que intentar que sea de un factor alto, de 50 o así, porque si utilizamos una menor seguramente no usemos la cantidad necesaria que debiéramos aplicar sobre la piel. Por ejemplo, si hablamos de cantidades, si utilizamos una de 30 habría que darse lo equivalente a la cantidad de una taza de café en la cara. Por ello, es preferible usar una más alta", manifiesta la doctora.
Después del baño es obligatorio volver a protegerse. "Si se moja hay que volver a dar. Las cremas que dicen que te valen una vez sales del agua son un mito. Hay que volver a echarse", explica Begoña Ramos.
Hidratación. Cuanto más fuerte sea la luz del sol y más elevada la temperatura, más rápido se suda. Es por ello muy importante que ante altas temperaturas se beba suficiente, al menos dos litros de líquido diariamente, para volver a equilibrar la pérdida de líquidos del cuerpo. Esto mantiene la circulación estable y permite evitar un golpe de calor. Para los niños son especialmente adecuados el agua o los zumos sin azúcar.
No todas las partes del cuerpo están expuestas de la misma forma. "Hay que tener mucho cuidado con la cara, las manos, los brazos, que son partes que siempre las llevamos expuestas vayamos a la playa o no, y por eso hay que darse crema siempre que se salga a la calle. Cuando haces actividades al aire libre hay que llevar crema en la cara, en los brazos, y llevar viseras que cubran un poco la cara y gafas de sol", sostiene la experta.
Selección de la crema de sol
Seleccionar la crema solar puede suponer una auténtica odisea. La gran cantidad de marcas, tipos, formatos... que se ofrecen en el mercado te pueden hacer perder la cabeza. ¿Entonces, cómo saber que protección debemos elegir? "A partir del factor 30 más o menos, bloqueas casi al 97% los rayos UVB (los más peligrosos y los causantes de los melanomas, cáncer de piel y también de las quemaduras). Lo que pasa es que como no te vas a echar la cantidad de crema que realmente necesitas, entonces es recomendable utilizar unos factores de protección más altos, de 50 mas o menos. Además, éstos te protegen contra los rayos UVA que son los que producen el envejecimiento y algunos tipos de cáncer", explica la médico.
A su vez, la experta recomienda mantener este nivel de protección durante todo el verano y no cambiar a un factor de protección menor pensando que ya no nos vamos a quemar. Por último, seguro que has abierto el armario y te has encontrado con la loción protectora del año pasado. No te preocupes, si no está caducada puedes seguir utilizándola. Eso sí, siempre que "haya estado guardada en una zona con una temperatura normal y no haya permanecido expuesta a constantes cambios".
Cómo tratar quemaduras
Dejar de tomar el sol. Hasta que te recuperes es fundamental evitar cualquier tipo de contacto con la luz solar hasta que la quemadura haya sanado por completo.
Hidratación constante. Beber agua o líquidos en abundancia. Evitar consumir nada que tenga alcohol.
Ducharse con agua templada o medio fría. El día posterior a la quemadura, es importante bañarse con agua templada o ligeramente fría. Nunca con agua caliente ni extremadamente fría, por mucho que pienses que te ayudará a calmar el dolor, lo único que conseguirás es agravarlo.
Aplicar crema hidratante abundante. No es necesario que sea after-sun. Si contiene vitamina E y aloe vera, no solo aliviará el dolor, sino también ayudará a la piel a empezar su recuperación.
En caso de fiebre. A veces una fuerte insolación puede provocar fiebre y dolor de cabeza. En esta caso, se puede tomar un ibuprofeno para aliviar los síntomas.
Ampollas. En caso de que te salgan, es indispensable acudir a un médico para tratar la quemadura.
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