El Gobierno vasco entierra el plan estrella de Patxi López: el gran centro de estudio del envejecimiento

El Gobierno vaso hizo pública la orden por la que la fundación creada para poner en marcha el CNIE se extingue y todos sus fondos se liquidan. Los remanentes de los 7,5 millones que había recibido del Ministerio de Ciencia e Innovación, en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, y de fondos europeos se han destinado ya a la Asociación Instituto Biodonostia y a la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitarias. Una vez finalizados los trámites, el proyecto ya ha dejado de existir.

El Centro Nacional de Investigación del Envejecimiento fue presentado en su día por el lehendakari Patxi López y la ministra de Ciencia y Innovación, Cristina Garmendia, como la gran inversión tecnológica en Euskadi, un proyecto por el que habían competido Barcelona y Valencia. El anuncio de su creación fue realizado por ambos mandatarios en la capital donostiarra en mayo de 2011, unos días antes de las elecciones municipales de ese año. Según se indicó en su momento, iba a reunir a medio millar de los principales investigadores en esta materia, para los que se iba a construir un edificio emblemático en San Sebastián que acogiese los modernos laboratorios.

Limbo administrativo

El proyecto comenzó con los trabajos de la fundación que iba gestionar la puesta en marcha del proyecto. Sin embargo, la crisis económica debilitó el impulso. Y además, se produjeron cambios en los Gobierno de Madrid y Vitoria, donde los socialistas salieron para dar paso al PP, en la capital de España, y el PNV, en Vitoria. A partir de ese momento, las partidas económicas comenzaron a disminuir y el CNIE entró en un limbo administrativo.

En ese ínterin, antes de que Urkullu ganase las elecciones autonómicas en octubre de 2012, la entonces diputada y hoy consejera de Innovación en el Ejecutivo autónomo, Arantza Tapia, mantuvo un rifi rafe en el Congreso con el ministro de e Economía y Competitividad, Luis de Guindos sobre los retrasos a la hora de financiar el centro de estudios. El ministro reconoció que la inversión prevista de 54 millones había tenido que revisarse a la baja por la recesión económica pero acusó también al Gobierno vasco, en ese momento aún en manos socialistas, de no haber presentado ningún nuevo proyecto para justificar las inversiones. Tapia, en su intervención, denunció que todos los anuncios de inversión se habían realizado en función de las campañas electorales. En otoño de ese año, cuando los jeltzales ocuparon el Gobierno vasco, el proyecto entró en un silencio absoluto hasta que hoy se ha presentado en el Boletín Oficial del País Vasco su acta de defunción.