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Arqueología experimental. Iñaki Libano posa en Barrika con algunas herramientas prehistóricas hechas por él.
El hombre prehistórico

El hombre prehistórico

Ha salvado de la destrucción restos de incalculable valor y engordado la colección del Museo de Arqueología de Bizkaia en más de 4.000 piezas

Luis Alfonso Gámez

Miércoles, 8 de junio 2016, 01:37

«¡Ostras, eso parece un agujero!», pensó un día de marzo de 1988 Iñaki Libano (Getxo, 1961) cuando miraba desde La Galea hacia el otro lado de El Abra. El agujero era un punto negro en la cantera de Punta Lucero (Zierbena), a más de ... 6 kilómetros de donde estaba. «Volví al día siguiente con unos prismáticos y distinguí una cueva en mitad de la cantera», recuerda. Intrigado, visitó días más tarde la explotación minera con su mujer. Exploraron una cueva medio destruida y en la terraza superior de la cantera él descubrió «unas cañas de hueso incrustadas en el manto estalagmítico». Tras consultar con paleontólogos de la Universidad del País Vasco (UPV), informó del hallazgo al Servicio de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia y empezó una investigación que aún no ha terminado.

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