El eclipse pone a prueba la red eléctrica europea

«Los operadores europeos de la redes de transporte llevan meses preparándose para el eclipse del 20 de marzo», explicó Etsoe, la asociación que aglutina estas compañía. «La cantidad de generación solar involucrada es suficientemente alta como para hayamos tenido que estudiar maneras de mitigar los riesgos», añade en un informe. El último eclipse solar que oscureció Europa ocurrió en 1999. Entonces, la energía fotovoltaica representaba una parte pequeña del conjunto de energías renovables, y estas no aportaban más del 0,1% del total. Hoy transformar la luz del sol en electricidad aporta un 3%, y todas las fuentes verdes acaparan el 10,5%. Para complicarlo aún más, tanto el amanecer como el atardecer adicional son mucho más rápidos que los convencionales.

Se calcula que a las 10.41 horas, el descenso en la producción energética puede ser de 34.000 megavatios en todo el continente. Los países con más riesgo de que el eclipse cause algún problema son Italia y Alemania. Sobre todo este último, que vivirá un oscurecimiento del 76% en su momento máximo y aglutina en su territorio una cuarta parte de la instalación fotovoltaica mundial. En España el eclipse empieza y acaba unos 40 minutos antes que en el país germano. La luna comenzará a tapar el sol a las 9.05 horas y lo expondrá plenamente de nuevo a las 11.18 horas. El día será un 67% más oscuro en el momento máximo.

Después del de hoy, ningún eclipse perturbará las redes eléctricas en Europa durante una década. Pero el 12 de agosto de 2026, la luna se volverá a poner delante del sol justo sobre la Península Ibérica. En una franja que recorrerá España desde Galicia hasta las Baleares se hará noche profunda durante varios minutos. Dos años después llegará otro que oscurecerá el sur y el este de España. En esta ocasión, será uno de los denominados eclipses anulares. Por la distancia relativa entre los tres cuerpos, el satélite no será capaz de ocultar la estrella por completo, y esta aparecerá como un aro de fuego.