Borrar
El busto del compositor Federico Chueca, que da nombre al barrio de Madrid, cubierto con una bandera del arco iris, símbolo del colectivo homosexual.
Las dos almas de Chueca

Las dos almas de Chueca

En el barrio del Orgullo Gay conviven lo castizo y lo moderno. Fue un lugar degradado hasta que los homosexuales lo asaltaron. Ahora puede morir de éxito

Antonio Paniagua

Jueves, 29 de junio 2017, 02:07

Federico Chueca fue un compositor de zarzuelas de espíritu burlón y temperamento levantisco. Emborronó las primeras partituras en la cárcel, cuando era un adolescente al que mandaron a la trena por participar en las algaradas estudiantiles de 1865. Su primera obra teatral fue prohibida por ... las autoridades municipales con el pretexto de que podía sublevar a las gentes de genio pendenciero. Pese a que en vida fue un autor muy popular que gustaba a nobles y plebeyos, ya casi nadie se acuerda de él, salvo cuando se cita el barrio que lleva su nombre. Las calles de Chueca, cuna de la comunidad homosexual de Madrid y epicentro del Orgullo Gay, vive días de gloria. Se prepara para vivir la apoteosis del Word Pride, la fiesta que espera congregar a tres millones de personas que portan la bandera del arco iris. Pero los militantes históricos del movimiento LGTB creen que Chueca puede morir de éxito. Los precios de los alquileres se han desbocado y los viejos locales donde se relacionaban gais y lesbianas están echando el cierre. «Incluso hasta los actuales dirigentes del colectivo no tienen ni idea de la historia y la lucha del movimiento», denuncia Mili Hernández, veterana activista de 57 años y propietaria de la librería Berkana junto a Mar de Griñó, su socia y esposa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Las dos almas de Chueca