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Koldo Domínguez
Miércoles, 8 de febrero 2017, 14:19
El Gobierno vasco «lamenta y rechaza» la decisión adoptada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de avalar una reapertura condicionada de la central de Garoña, ubicada en Burgos pero en el límite con Euskadi.
El CSN ha aprobado este miércoles un dictamen favorable ... a la reapertura de la central siempre y cuando el operador de la planta, Nuclenor, que está participado al 50% por Endesa e Iberdrola, cumpla con las inversiones en seguridad que se le exigen.
El Ejecutivo vasco, a través del Departamento de Medio Ambiente, ha lamentado esta decisión porque «la central ha cumplido con creces su vida útil y además cuenta con una tecnología obsoleta, similar» a la accidentada central japonesa de Fukushima. El Gobierno de Iñigo Urkullu se suma así «a los reiterados pronunciamientos del Parlamento vasco, que han exigido el cierre definitivo de Garoña y se han posicionado en contra de albergar un almacén nuclear en sus instalaciones», han señalado fuentes del Departamento de Medio Ambiente que dirige el socialista Iñaki Arriola.
Una línea similar se ha expresado la Diputación Foral de Álava, que «seguirá trabajando para evitar la barbaridad que supondría la reapertura de Garoña». El diputado general alavés, Ramiro González (PNV), ha anunciado que continuará trabajando «en defensa de Álava» para impedir la reanudación de la actividad de Garoña.
«La prioridad será la seguridad»
Por su parte, la secretaria general del PP del País Vasco, Nerea Llanos, ha asegurado que «lo primero que tendrá en cuenta» el Gobierno central a la hora de decidir el futuro de Garoña es «la máxima seguridad». Llanos ha recordado que su formación se ha posicionado «en numerosas ocasiones» sobre el futuro de la central burgalesa, situada a 40 kilómetros en línea recta de Vitoria. En ese sentido, ha subrayado que su formación ha votado en el Parlamento vasco en contra de que Garoña vuelve a operar y se ha adherido a propuestas que reclaman su cierre.
Por su parte. el parlamentario vasco de EH Bildu Mikel Otero ha emplazado este miércoles a las instituciones, los partidos y la sociedad vasca a hacer una «presión conjunta» para evitar la reapertura de la central, que de producirse sería un "escándalo, una barbaridad y una provocación".
Juan Ramón Becerra, de Elkarrekin Podemos, ha pedido a PNV, PSE-EE y PP que muevan «todos sus hilos políticos» en en los consejos de administración de Endesa e Iberdrola, propietarias de la central nuclear, para impedir su reapertura.
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, ha rechazado el dictamen del CSN por «incomprensible» y ha confiado en que impere el «sentido común» y el Gobierno central no permita la reapertura.
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