Carcaño, sobre Marta del Castillo: «Su corazón no latía, le cogí la mano y me puse a llorar»

Han pasado casi 6 años desde la fatídica noche del 24 de enero en que Marta entró en el domicilio de León XXIII del que nunca saldría con vida. Desde entonces, Miguel Carcaño, su asesino confeso, ha dado hasta nueve versiones distintas del crimen. En una primera reconstrucción del asesinato, que realizó en el propio lugar de los hechos días después de ingresar en prisión, Carcaño explicó paso a paso lo ocurrido aquel día. Reconoce haber cogido un cenicero de cristal de gran tamaño con su mano derecha, con el que asegura que golpeó a la joven en la parte izquierda de su cara: «Le pegué así (en un lateral), pero no hice demasiada fuerza», confiesa en el vídeo, además de puntualizar que era circular y de importante grosor.

En una segunda reconstrucción, Carcaño asegura que rompió a llorar cuando comprobó que Marta había dejado de respirar. «Vuelvo al cuarto. Miro si respira o no respira Le puse la cabeza en el pecho, no le escuchaba el corazón. Entonces me salí, me senté ahí y me puse a llorar. Volví, le cogí la mano y le seguí hablando», dice con la voz entrecortada.

En otras reconstrucciones, Carcaño incurre en contradicciones. Según aseguran en 'Espejo Público', el padre de la joven no concibe que ese vídeo nunca llegase a sus manos y a las de su abogado en su momento, ya que, de haberlo hecho, no habría permitido la acusación de violación hacia Carcaño que impidió que fuera juzgado por un jurado popular.

Este vídeo es tan sólo un adelanto de lo que 'Espejo Público' sacará a la luz durante toda esta semana, a través de unas imágenes para cuya emisión los padres de Marta han dado su consentimiento.