Conocer y conservar

Es bien probable que el descubrimiento de los grabados del paleolítico superior en la cueva de Atxurra constituya un hecho fundamental para nuestro patrimonio arqueológico y cultural. Algo que impone, en buena lógica, un cierto rigor y una máxima prudencia en toda esa secuencia progresiva ... integrada por el hallazgo, la investigación, la conservación, la presentación y su difusión. Por eso mismo, si por un lado conviene una mayor contención y rigor por parte de los responsables forales a la hora de comunicar y concretar los detalles del hallazgo, por otro se entiende la decisión de no abrir los accesos al público en tanto en cuanto no se concluya la investigación y se delimiten las necesidades de su conservación. De ahí que lo pertinente sea ante todo un proyecto integral que abarque toda la secuencia anterior, cuyos plazos de ejecución deberán ser normalmente largos. Y es que como cualquiera puede imaginar, la excavación, la investigación, la documentación y la conservación del hallazgo en la cueva de Atxurra revisten una enorme complejidad, lo mismo que requieren mucho tiempo y una alta inversión. Naturalmente, el verdadero beneficiario de este hallazgo es la sociedad, por lo cual resulta imprescindible introducir en el plan integral una voluntad didáctica y una adecuada difusión. Al fin y al cabo, lo descubierto en la cueva de Atxurra es una herencia frágil e irremplazable de nuestro patrimonio que todos debemos conocer y conservar.