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Miguel Pérez
Viernes, 29 de abril 2016, 15:50
España ha sido uno de los países que han hecho historia en Eurovisión y no precisamente por sus triunfos artísticos. El país acogió el certamen en 1969, un año después de que Massiel lo ganara con la famosa y no exenta de polémica ... 'La la la', y nadie pudo suponer que terminaría con el resultado más insólito posible: un empate a 18 votos entre la propia España, Francia, Países Bajos y Reino Unido. Ni la Unión Europea de Radiodifusión ni los notarios del concurso supieron cómo resolver la situación, de modo que los cuatro fueron nombrados vencedores. Por designación, a nuestro país se le ofreció de nuevo convertirse en la sede del siguiente año, pero prefirió pasarle el honor a Países Bajos. No en vano, organizar el evento había costado nada menos que 100 millones de pesetas (de las de 1968), amén de otros elevados gastos para pasear a las delegaciones de cada país y la prensa internacional por todo el territorio en un tour turístico que incluyó Mallorca y una cena con el Real Madrid, que entonces sí era más que un club.
También aquel concurso del 29 de marzo de 1969 tuvo sus complicaciones políticas. Austria se retiró en protesta contra el régimen de Franco y en Estocolmo miles de personas se manifestaron ante la Embajada española para mostrar su rechazo a la dictadura y la prohibición de derechos. Dalí se encargó del diseño del festival por encargo directo de Manuel Fraga, lo que tampoco gustó en los medios artísticos europeos. El temor a que los actos de repudio se multiplicasen llevó entonces al ejecutivo franquista a derogar el estado de excepción en señal de aperturismo. El concurso también se rodeó de unos medios de seguridad excepcionales.
Y de puertas adentro, el rigor del régimen se hizo notar en los camerinos: Laura Valenzuela, presentadora de la gala en la que debutó como comentarista el mítico José Luis Uribarri, tuvo que repasar su vestido para evitar cualquier trasparencia y al cantante de Suecia le obligaron a cortarse el pelo. Por cierto, a la canción portuguesa, 'Desfolhada', los organizadores españoles le cambiaron el nombre por 'Deshojada' para que Laurita no se viera en el trance de presentarla al público como «Desfollada».
En cualquier caso, España ya contaba en su haber para esa edición de 1969 con una polémica anterior: la de 1968, cuando se ganó Eurovisión con el 'La la la' interpretado por Massiel. El tema compuesto por el Dúo Dinámico había sido pensado para la voz y la personalidad de Joan Manuel Serrat. De hecho, el 'Nano' hizo toda la promoción previa, grabando un programa de televisión donde se le daba a conocer y también las versiones de 'La la la' en diferentes idiomas, destinadas a su emisión por las cadenas europeas. Sin embargo, a última hora declinó participar en el festival después de que el Gobierno y el director de RTVE se negaran a aceptar su propuesta de cantar uno de los versos en catalán. A Massiel, aquello le supuso su particular salto a la fama y un agudo ataque de estrés, ya que tuvo que aprenderse la canción y realizar toda la promoción en escasas semanas. La parte menos 'eurovisiva' se la llevó Serrat: fue vetado por el régimen, sus canciones desaparecieron de la radio y la televisión e incluso, en su reaparición en Oviedo tras la espantada europea, tuvo que interrumpir el concierto y marcharse del escenario ante los insultos del público.
Massiel interpreta 'La la la' en Eurovisión 1969. Empató en la primera posición junto a Francia, Países Bajos y Reino Unido.
La cuestión idiomática es un clásico del festival. Y sigue vigente. Ahí está para confirmarlo el tenso debate sobre si es adecuado que 'Say Yay!', la canción con la que Barei representará este año a nuestro país, tenga una letra exclusivamente en inglés. Claro que esta será la primera ocasión en que España acuda al concurso con un tema totalmente escrito en un idioma distinto al castellano. Y cabe subrayar el término 'totalmente', ya que, si bien en otras ocasiones los solistas patrios han subido al escenario con canciones en inglés, los compositores siempre han tenido la precaución de introducir alguna estrofa en castellano; algo, por otra parte, que se recomienda bastante desde el departamento de espectáculos de RTVE y que ha alumbrado grandes engendros musicales similares a aquella nocilla bicolor que sabía a chocolate y avellana para sopresa de los niños en la merienda.
'Say Yay!' de Barei es la primera canción enteramente en inglés que representa a España en el concurso.
Tratándose de sorpresa, la que se llevó Daniel Diges en 2010 cuando un espontáneo saltó al escenario y se colocó delante suyo mientras interpretaba 'Algo pequeñito' ante todo Oslo y otros 500 millones de espectadores. El sujeto no era otro que Jimmy Jump, conocido también por sus incursiones en los partidos del Barça, que logró su particular minuto de gloria tocado con una barretina. Diges pudo volver a repetir su actuación, aunque su show quedó algo más... pequeñito.
Jimmy Jump salta al escenario mientras Daniel Diges interpreta 'Algo pequeñito' en 2010 (minuto 1:56).
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