El líder de Podemos ha hecho de la mochila uno de sus símbolos.

Los mochileros del Congreso y de la pasarela

No son solo para el colegio o para ir al gimnasio. Políticos, actrices, modelos y ejecutivos se apuntan a la moda del mochilero, que también tiene su versión VIP... por 3.000 euros

Yolanda Veiga

Viernes, 22 de enero 2016, 18:01

Como cuesta vender una mochila de 3.000 euros le han puesto nombre en inglés: 'backpack'. El macuto se hace hueco en los blogs de moda, en los armarios de las famosas y hasta en el Congreso de los Diputados. El líder de Podemos, Pablo ... Iglesias, da ejemplo con su mochila de trabajo, y también se ha visto ocasionalmente a Pedro Sánchez (PSOE) y a Albert Rivera (Ciudadanos) cargar el peso a la espalda. Más que un gesto, lo de Iglesias es una declaración de intenciones: «Dentro de cuatro años vamos a dar mochilas en lugar de carteras», prometió a los periodistas mientras posaba con el maletín de cuero que reciben los diputados tras ganar una silla en la Cámara Baja.

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No es el mismo tipo de mochila la que llevan Iglesias, la actriz Emma Watson, la cantante Miley Cyrus, la modelo Cara Delevingne o la princesa Ana de Inglaterra, pero la coincidencia pone en evidencia que estamos ante una nueva moda, la de los mochileros. Novedad ninguna, porque las hemos usado todos en el colegio. El matiz es que su utilización ha traspasado las fronteras de los pupitres y los gimnasios para subirse al escenario de la alta política o coger sitio privilegiado en el 'front row' de la pasarela.

Las expertas en moda calculan que la 'moda' va para dos años, aunque es ahora cuando ha eclosionado. «En 2014 hubo un intento tímido de relanzar el uso de la mochila y firmas de lujo como Alexander Wang, Phillip Lim y, sobre todo Chanel, las incluyeron en sus colecciones», recuerda la asesora de imagen y editora de moda Guadalupe Cuevas, que ya entonces vaticinó el regreso «con fuerza y aires renovados» de esta tendencia. Lo dejó escrito en su blog (www.fashionassistance.net) y apoyaba la tesis con una colección de fotos: las actrices Emma Watson y Emma Stone, la cantante Miley Cyrus, el 'fashionista' Kanye West, marido de Kim Kardashian... Claro que ellos, o no fueron al colegio o no les han explicado para qué sirven las asas porque las llevan colgadas de un solo hombro... ¡o en la mano!

Lo que contradice un poco el motivo de la vuelta, que no ha sido otro que la comodidad. «Ahora mucha gente lleva la tablet o el portátil al trabajo y es más cómodo meterlos en la mochila que en un bolso», defiende Izortze Setién, experta en moda de Clochet.com. Ella percibe que la mochila «ha vuelto con fuerza» y apunta un detalle: «Normalmente los chicos tenían una sola mochila con la que iban tirando, pero cada vez tienen más. Conozco amigas que les regalan a sus parejas macutos nuevos y eso en un indicativo». También que «marcas nórdicas hayan dado una vuelta a sus tradicionales mochilas de montaña» para adaptarlas a usos urbanos: «Ya no son solo de color verde o beis. Ahora les meten un toque naranja, una solapa de cuadros, o estampados de piñas, por ejemplo». Las grandes firmas como Luis Vuitton también las han incorporado a sus catálogos, aunque «con diseños más minimalistas, en cuero y de un solo color», con sonadas excepciones como la de Chanel.

En todo caso la versión vip de los mochileros, defiende Guadalupe Cuevas, no es más que la progresión normal desde que el mundo de la moda se fijó en los deportistas. «Las firmas importantes han hecho sus propias versiones del chándal, la sudadera, las gorras... Y ahora han incluido la mochila. Chanel ha sido quien más hueco le ha dedicado y su modelo de lona grafiteado se agotó en poco tiempo y se convirtió en objeto de deseo para fashionistas de todo el mundo». Se vendió en exclusiva en una boutique de París, costaba unos 3.000 euros y estaba confeccionada en lino grueso, con acolchado por detrás, tres colores y disponible en tamaño mediano o grande.

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Aunque más parece una operación de marketing que otra cosa porque la mochila está ganando terreno, coinciden los especialistas, pero sigue teniendo un terreno limitado: «deportistas, viajeros, estudiantes y poco más». Entre las famosas gana adeptas solo con cuentagotas y más fuera que por aquí. «Ni siquiera la 'it girl' viajera por excelencia y una de las mujeres con más estilo de España, María León, las lleva».

Pero en estas llegan los nuevos políticos al Congreso... con mochila. Además de Iglesias, Sánchez y Rivera, el diputado de Equo Juanxo López Uralde se presentó el otro día en el Hemiciclo con mochila deportiva a la espalda (llegó en bicicleta) y Jorge Moragas, director de campaña del PP para las generales, es un adepto. La usa desde que los populares estaban en la oposición y no han sido pocas las veces que le han preguntado qué lleva dentro, a lo que con cierta guasa ha respondido que «papeles secretos».

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Al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria y a Gustavo Matos (PSOE de Canarias) hasta les sacaron en el telediario con sus mochilas: «La llevo usando hace veinte años y de repente parece que se ha puesto de moda», se asombraba Clavijo, que hasta se prestó a enseñar a los reporteros lo que llevaba dentro: «una libretita para tomar notas, pañuelos de papel, cargador del móvil...». Matos siempre lleva «pastillas para el dolor de cabeza, una batería para el portatil y un cepillo de dientes» y hasta convirtió este complemento en el eje argumental de su campaña: 'Esta es mi mochila, quien la conoce me conoce', decía en el vídeo de los socialistas y luego explicaba: «Era un símbolo de que la íbamos llenando con todas las experiencias y sugerencias». Además, fue el que animó a Pedro Sánchez a apuntarse a la moda. «Él, que recorrió kilómetros y kilómetros... Yo le hacía bromas con el programa de Labordeta y le sugerí que la utilizara». Le hizo caso.

Lo que va a ser más difícil es que Sánchez anime a otros. «La política es uno de los últimos sitios donde me inspiraría», reconoce Izortze Setién, aunque apunta una excepción, la esposa del presidente de Estados Unidos, Michelle Obama. «Vestido que se pone, vestido que se agota».

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Nuestros políticos van a los programas de la tele, son muy mediáticos. ¿Por qué no van a crear moda?

Más que crear tendencia, más bien diría que ellos se han unido a la moda de la mochila -insiste Setién-.

Una moda que no va por barrios, sino por partidos, advierte Guadalupe Cuevas. «En el caso de Podemos creo que es uno de sus símbolos de identidad. Tienen un código de vestimenta muy rígido, aunque parezca lo contrario, y tiene más que ver con lo que no se puede llevar por rancio y 'casta', que por lo que les gusta o aconseja el protocolo. Prohibido entonces el maletín, la corbata, el traje de chaqueta, los zapatos de atar de vestir, los abrigos cruzados, las marcas visibles como cocodrilos, caballitos... No es como Moragas, que la combina con chaqueta y corbata». Todo le cabe a la mochila.

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