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Lunes, 28 de diciembre 2015, 12:29
Cristina Ojeda, una madrileña de 38 años, ha sufrido un susto en Canarias donde disfrutaba de sus vacaciones de Navidad. Se estaba bañando a unos 20 metros de la orilla de la playa de Arinaga (Gran Canaria) cuando sufrió la mordedura de un tiburón sedoso ... en el antebrazo. La víctima, que ha recibido puntos para cerrar la herida, remarca que el ataque, que ha despertado mucho revuelo, ha sido leve. «Me metería de nuevo a nadar mañana si no fuera por el vendaje. El mar es un medio salvaje no exento de riesgos, pero para nada peligroso», ha asegurado mediante su cuenta de Twitter. «Solo tuve mala suerte», bromea.
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Fue precisamente en las redes sociales donde Cristina dio a conocer que había sufrido la mordedura de un escualo. Su encuentro con él se produjo en una zona en la que ya había nadado en anteriores ocasiones, ya que sus familiares residen cerca. «Socorrer gente el 11M, premios de investigación, operar fracturas de heridos graves... Y lo que me hace famosa es que me mordió un tiburón», ironiza Cristina, que es médico en Madrid.
La presencia de tiburones en las proximidades de las playas canarias ha aumentado en los últimos meses. Al menos seis de ellos han sido grabados en vídeo cuando merodeaban algunas jaulas de acuicultura cerca de las costas de Telde y San Bartolomé de Tirajana.
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