La mujer de Sean Connery, a juicio por fraude fiscal

Esta investigación deriva como pieza separada del conocido «'caso Goldfinger' en el que se investigaba la operación urbanística vinculada con una parcela en la que se encontraba el chalé del matrimonio Connery», según la información del Tribunal. El propio actor, de 85 años, se vio salpicado por este caso -denominado como la película de James Bond que él mismo protagonizó- y relacionado con la venta de su lujosa villa cercana a Marbella a finales de los años 90.

Esta residencia, llamada Malibú, había sido vendida en 1999 por unos 6,5 millones de euros (9,157 millones de dólares) antes de ser transformada en un inmueble de apartamentos de lujo. La justicia española acabó archivando el caso en relación con Connery, pero decidió seguir adelante en el caso de su mujer, a la que el ayuntamiento de Marbella y la fiscalía creen «cooperadora necesaria de un delito contra la Hacienda pública».

Según la fiscalía, Roquebrune habría utilizado una sociedad interpuesta mediante la cual defraudó 7,6 millones de euros del impuesto de sociedades en el ejercicio de 2006. El fiscal pide así, para ella, dos años y medio de prisión y el pago de una multa de 23 millones de euros, mientras que la abogacía del Estado solicita seis meses de cárcel y una multa de 7,6 millones de euros, equivalente a lo supuestamente defraudado. Puesto que los Connery tienen su residencia en las Bahamas, el juez ha ordenado el envío de una comisión rogatoria para que se le notifique este auto judicial.