Protesta celebrada el pasado sábado en Bilbao por colectivos de Euskadi, Cantabria y Burgos.

El Gobierno vasco paralizará en 2016 su proyecto para hacer 'fracking' en Euskadi

El pacto presupuestario PNV-PSE obligará a Lakua a no aportar dinero a los estudios previos del 'Gran Enara', aunque seguirá adelante con un plan idéntico en Burgos

Octavio Igea

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 01:17

El Gobierno vasco dará marcha atrás y se olvidará del controvertido fracking el próximo año. Al menos en el proyecto que afecta a terrenos de Euskadi, porque el que promueve en Las Merindades (Burgos) sigue adelante tal y como estaba previsto. El pacto presupuestario alcanzado por PNV y PSE va a obligar a Lakua a retirar de sus cuentas para 2016 la inversión destinada al Gran Enara, el plan que busca un yacimiento de gas en el subsuelo de la Llanada alavesa. La ley anti fractura hidráulica aprobada el pasado verano por el Parlamento autonómico ya establece las máximas trabas ambientales a quien pretenda perforar en la comunidad, pero, aún así, el Ejecutivo pretendía seguir adelante con los trámites burocráticos previos hasta «chocar» con la nueva norma. Ahora se sabe que no irá tan lejos, que a partir del 1 de enero paraliza cualquier actividad.

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Además de ser un macroproyecto que plantea analizar desde hace años una extensa área de terreno cercana a Vitoria -ante los indicios de que pueda haber en la zona una reserva de gas capaz de abastecer a toda España durante seis años-, el Gran Enara es un emblema. Las labores de investigación las lidera el Gobierno autonómico a través de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa), pero también implica a dos petroleras norteamericanas (Petrichor y Cambria). La oposición vecinal que generó en Vitoria fue el germen de la plataforma Fracking Ez, que ha acabado impulsando la ley vasca contra la fractura hidráulica a través de una Iniciativa Legislativa Popular. La apoyaron más de 100.000 personas.

La decisión de parar en seco el Gran Enara está tomada desde la semana pasada, pero fue anunciada ayer por los parlamentarios socialistas José Antonio Pastor y Susana Corcuera durante la presentación de las líneas básicas del acuerdo por el que van a apoyar las cuentas nacionalistas de 2016. Los portavoces oficiales del Gobierno vasco y de Shesa mantuvieron silencio, y algunos incluso se enteraron de la decisión, adoptada «al máximo nivel político», por la llamada de EL CORREO. Es una anécdota, pero supone otra evidencia de que éste no era el plan inicial del Ejecutivo vasco. «Seguiremos cumpliendo los trámites previos y buscando yacimientos de gas, eso no es hacer fracking. Sacarlos (los hidrocarburos) es otra cuestión que ya abordaremos», había asegurado el mes pasado la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia.

El Colegio nacional de Geólogos pide que se «regule» la técnica

  • El Colegio Oficial de Geólogos hizo pública ayer su apuesta por «regular» el uso de la fracturación hidráulica, y reclamó una aplicación «estricta» de la Ley de Evaluación Ambiental para «conciliar el desarrollo económico de España con la protección del medio ambiente». Es una de las 21 propuestas para una «política geológica nacional» que la organización está presentando a los distintos partidos políticos de cara a las elecciones del 20 de diciembre.

Corrección presupuestaria

El PSE considera por el contrario que cualquier paso que allane el camino a la perforación hidráulica «es ilegal» en Euskadi con la normativa actual, así que han requerido el cambio. «Se elimina cualquier referencia al fracking de los presupuestos del año que viene», precisó Susana Corcuera ante los medios de comunicación. El plan es un hecho desde el pasado jueves, cuando el Gobierno vasco se autoimpuso una corrección al proyecto de cuentas públicas: como Shesa recibe una inyección económica, pero el destino del dinero no se desarrolla totalmente en las memorias elaboradas, se ha procedido a borrar del documento el capítulo que anunciaba la cobertura económica para los «estudios complementarios y la tramitación ambiental» del Gran Enara.

Sí que se mantienen las aportaciones económicas para los proyectos de Shesa que buscan gas con métodos convencionales en territorio vasco, provincias limítrofes y el mar Cantábrico. Y también se confirma que sigue adelante el plan Angosto-1, que requeriría hacer fractura hidráulica en Las Merindades. Una manifestación reclamó el pasado sábado al Gobierno vasco que no sea «incongruente» y que, si no prevé hacer fracking en Euskadi, tampoco lo haga en Burgos.

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