elcorreo.com
Viernes, 3 de abril 2015, 09:56
Dentro de las disparatadas versiones que se pueden escuchar en un juicio por asesinato, la de Tyina Finch, acusada de matar a su pareja, Mark Hudson, se encuentra entre las más rocambolescas. Hudson, policía de la localidad de Darby Township, cerca de Philadelphia, falleció como ... consecuencia de un disparo. Su pareja fue considerada desde el primer momento la principal sospechosa del asesinato.
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No fue de mucha ayuda la primera explicación que dio al fiscal sobre los hechos. Según la mujer, la mascota de la pareja fue quien provocó la muerte. Tal y como recoge 'Sky News', Finch declaró que el perro tenía la pistola en la boca y que ella intentó quitársela. En el forcejeo, el arma se disparó. La mala casualidad, según la sospechosa, hizo que su pareja pasase por el lugar y se cruzase en el camino de la bala que le mató.
Como la explicación no convenció al fiscal, la sospechosa cambió de versión en su segunda declaración y reconoció que ella era la autora del disparo y que lo había hecho en defensa propia para protegerse del ataque de Hudson.
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