

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Itsaso Álvarez
Martes, 10 de marzo 2015, 00:08
La brecha de género, la desigualdad salarial, la coeducación... Hay países en los que estos conceptos son poco menos que remotos. Les preocupa que sus ciudadanas obedezcan, ante todo, y someterlas a absurdas normativas. ¡Cuidado!, no vaya a ser que sean consideradas igual o más que los varones... Así es, las leyes que dictan normas de obediencia a la mujer existen en países como Sudán (en una ley de 1991) y Yemen (1992), donde se estipula de manera explícita que ellas deben estar disponibles para tener relaciones sexuales con sus maridos y que no pueden abandonar el hogar conyugal sin permiso. En Nepal, una mujer pierde su herencia cuando contrae matrimonio. India, Malasia y Tonga excluyen en sus leyes sobre violación los actos sexuales forzados en el matrimonio. Según el derecho interno de Afganistán, el adulterio femenino es un delito común que puede ser castigado con hasta diez años de cárcel o, si se cumplen ciertos requisitos probatorios, con la lapidación. En Filipinas, la prostitución se define legalmente como un delito que únicamente pueden cometer las mujeres. El código penal de Nigeria permite a los maridos utilizar la violencia física para "regañar" a sus mujeres siempre que no causen un "daño grave", que se define como pérdida de la visión, de la audición y de la facultad de hablar, las desfiguraciones faciales u otras heridas que pongan en peligro la vida. En el caso de los abusos deshonestos, el mismo código impone mayor pena si la víctima es hombre a si es mujer. El alcance de la violencia y de la discriminación contra las mujeres que permiten gobiernos de todo el mundo es asombroso y estos son sólo algunos ejemplos de discriminación generalizada por ley, dados a conocer puntualmente por la oenegé Manos Unidas.
En una línea similar, y con motivo del Día Internacional de la Mujer, La organización Equality now publicaba estos días un amplio informe con otra serie de normas vigentes que violan los derechos humanos de las mujeres en diferentes puntos del planeta. Incluso en países desarrollados como Estados Unidos; en Arkansas, en concreto, donde se permite a los hombres golpear a sus esposas con la limitación de que sea una vez al mes. O en Japón, donde destaca una ley relacionada con el compromiso matrimonial de la mujer japonesa: que no podrá volver a casarse hasta que pasen seis meses desde la disolución de su antiguo matrimonio. El colectivo recuerda asimismo que en otros países como Rusia, según el artículo 253 del código laboral del país, no se permite a las mujeres ejercer trabajos que requieran un gran esfuerzo, sean peligrosos o perjudiciales para la salud, así como, empleos en minas o que se desarrollen en el subsuelo. Y que en Túnez, en lo relativo a cuestiones de herencia, a la mujer se le permite recibir únicamente la mitad del dinero, mientras que sus hijos y hermanos percibirán siempre el doble.
Arabia Saudí es otro estado habitual en este tipo de enumeraciones, pues ya se sabe es uno de los países más restrictivos con los derechos de las mujeres, donde no les está permitido conducir. Allí, otra norma obliga a la mujer a estar supervisada por un familiar -desde su padre a su marido-, que actúa como "guardián" con la autoridad suficiente para permitirle trabajar, eso sí, en el tipo de negocios que estime adecuados para ella, viajar o incluso estudiar en la universidad. En el plano jurídico, Arabia Saudí otorga más valor a la palabra del hombre, que "vale" el doble que el testimonio de una mujer. En Indonesia, una de las leyes más polémicas recientemente aprobadas obliga a las estudiantes a someterse a un test de virginidad previo al acceso a la universidad. Para justificar la medida, el presidente del país, Joko Widodo, aseguró que se trataba de una ley para "preservar el futuro del país". En Nicaragua el representante de la familia es exclusivamente el hombre, y la mujer debe vivir con él y seguirle si cambia de residencia. Mientras, en Chile el contrato matrimonial otorga sólo al marido la licencia para administrar los bienes comunes de los cónyuges, así como los inmuebles propiedad de su esposa.
A la universidad, con condiciones
Irán fue uno de los primeros países en el Medio Oriente que permitió que las mujeres estudiaran en la universidad y, desde la Revolución Islámica en 1979, ha alentado a las mujeres a matricularse en la educación superior. Pero una de las últimas medidas del Gobierno anterior fue restringir su acceso a 80 carreras que se imparten en 30 universidades distintas. La lista de carreras "limitadas" al sexo femenino va desde ingenierías a Física Nuclear e Informática, pasando por Literatura Inglesa, Arqueología y Negocios. En Malta y el Líbano una mujer puede ser secuestrada sin que se presenten cargos contra el criminal si este se casa con la víctima. Asimismo, si el matrimonio se produce después de que el delincuente sea juzgado y condenado, el cargo se borra automáticamente. En Egipto, la ley sostiene que "cualquiera que sorprenda a su esposa cometiendo el acto del adulterio y la mata será castigado con una detención" en lugar de los 20 años que corresponden por asesinato. En Israel el matrimonio y el divorcio entre ciudadanos judíos están regulados por la ley rabínica, que sostiene que las mujeres tienen menos derecho a divorciarse que los hombres, quienes "no están obligados a conceder el divorcio".
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
El ciclista vasco atropellado en Alicante murió tras caer varios metros al vacío
Alejandro Hernández y Miguel Villameriel
Noticias recomendadas
El ciclista vasco atropellado en Alicante murió tras caer varios metros al vacío
Alejandro Hernández y Miguel Villameriel
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.