La empresa de Bilbobus mejora su oferta y alcanza un acuerdo con la mayoría sindical

El preacuerdo se cerró ayer a las 14.30, después de cinco horas de reunión. Lo suscribieron UGT, CC OO y LSB-USO, que suponen la mayoría sindical, aunque no cuenta con el respaldo de ELA, ESK y LAB. Las ofertas y contraofertas fueron constantes hasta lograr el consenso alrededor de un texto que recoge ligeras mejoras respecto al convenio alcanzado entre los mismos actores el pasado mayo y que la asamblea de trabajadores tumbó.

El pacto mantiene una subida salarial del 4% tanto en 2022 como en 2023 y de un 2,5% en el presente ejercicio, lo que supone que un empleado sin experiencia cobrará 45.000 euros brutos anuales. Durante los siguientes tres años, de 2025 a 2027, los salarios se vincularían a la subida del funcionariado. En el caso de que el IPC supere ese indicador, se contempla un aumento de las remuneraciones ligeramente superior al que se esperaba en mayo. Un ejemplo: el mes pasado se preveía que ese incremento fuera del 0,5%. Según el texto cerrado ayer, sería del 0,7%. Por otro lado, en el caso de que el salario del funcionariado sea negativo o inferior al 0,7%, siempre se garantizará esa subida del 0,7%.

La verdadera novedad está en que la empresa ha dado el sí a alguna de las reivindicaciones sociales que habían planteado los representantes de los empleados. Según el acta de la reunión a la que ha tenido acceso EL CORREO, Biobide acepta convertir la jornada del 62% que tienen 20 trabajadores en completa, siempre que se asegure el cumplimiento de los servicios y que los afectados den el visto bueno. La patronal también «deja sin efecto» el despido de unos treinta trabajadores que tenía previsto realizar «en mayo de 2022», una decisión que lleva desde esa fecha en los tribunales. No existe, sin embargo, mención alguna al abono de pagas extra a los trabajadores que están de baja ni a la posibilidad de computar el doble de horas trabajadas en los festivos no recuperables.

En el caso de que los empleados respalden el preacuerdo en las votaciones que se han organizado durante todo el día de hoy, recibirán el aumento salarial y los atrasos derivados de ello en la nómina del próximo agosto, según recoge el acta de la reunión. La rescisión del anterior contrato con la empresa por parte del Ayuntamiento, que venció hace dos semanas, permite que esta subida pueda realizarse en el corto plazo, ya que ahora les vincula un contrato transitorio que abre la puerta a ligeras subidas salariales.

Estas condiciones son inaceptables para ELA, LAB y ESK. La central nacionalista, que ostenta la presidencia del comité desde que la asamblea rechazara el anterior preacuerdo, suscrito por las mismas centrales que ahora, difundió ayer un comunicado en el que llama a votar en contra de este último pacto. Lo califica como «un cierre en falso de un conflicto que cuestiona la actitud política de privatizar un servicio público». «La propuesta de la empresa no revierte los recortes aplicados en las pagas extra de la plantilla ni resuelve el problema existente con la contratación a tiempo parcial, dejándolo abierto a soluciones futuras», añaden.

Habrá que ver si un mes después la situación se vuelve a repetir y la asamblea rechaza la última propuesta o si esta vez se da el visto bueno y se cierra el conflicto. En la anterior votación el 'no' triunfó por un estrecho margen -la diferencia fue de apenas 38 papeletas (287 en contra y 249 a favor)-. El desgaste social de un conflicto que ha enfrentado a los trabajadores con los usuarios y con la Administración podría desnivelar la balanza, aseguran algunas fuentes.

Sobre este asunto se volvió a manifestar ayer el alcalde de Bilbao. Juan Mari Aburto insistió en calificar la huelga como injusta en una entrevista en la Ser. Aseguró que «es muy difícil encontrar una empresa con mejores condiciones laborales en el ámbito del sector de transporte».