Uno de los dos jóvenes, de origen magrebí que resultaron heridos de bala por disparos de un policía municipal de Barakaldo al que atacaron con un cuchillo cuando iba a desalojarles de un túnel tapiado, permanecía ayer ingresados en el hospital de Cruces, según indicaron ... fuentes sanitarias. Se trata del herido más grave, Oussama G., de 23 años, que permanecía ayer estable dentro de la gravedad. Presentaba heridas de arma de fuego en el pecho, con un pulmón afectado, en la cabeza y en un hombro. Ingresó en estado crítico en la Unidad de Urgencias tras ser reanimado por sanitarios de una ambulancia de Osakidetza en el lugar.
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El otro herido de bala, de 32 años y con pronóstico leve, la tenía alojada entre el hombro y la espalda, junto a la escápula. Ayer fue intervenido para extraerle el proyectil, tras lo que fue dado de alta. Por la tarde, la Ertzaintza le puso a disposición judicial junto al tercer individuo que se encontraba con ellos en la galería subterránea, de 50 años. Tras comparecer ante en el juzgado, su titular decretó anoche la puesta en libertad de ambos. Los tres habían quedado detenidos por un delito de atentado a agentes de la autoridad, según informó el Ayuntamiento de Barakaldo.
El incidente se registró sobre las ocho y veinte de la mañana en un túnel bajo el puente de Rontegi y junto al garbigune, en la entrada al municipio. Los tres hombres se habían metido en la galería tapiada por un agujero abierto en la pared para pernoctar en el interior. Cuando una brigada de mantenimiento del Ayuntamiento baracaldés acudió para cerrar el boquete, requirió de la Policía Municipal para que desalojara a los ocupantes. Como no atendían a las órdenes para que salieran, los policías accedieron al interior con linternas. Según su versión, en medio de la oscuridad, uno de los 'sin techo' les atacó con un cuchillo de grandes dimensiones.
Dos de los policías extrajeron su arma reglamentaria y uno de ellos abrió fuego. La Policía Científica de la Ertzaintza, que se encarga de la investigación, recogió en el pasadizo tres casquillos. Las balas alcanzaron a uno de los sin hogar y no se descarta que, por un rebote, terminara penetrando en el hombro de su compañero. El herido grave era conocido por la Policía por sus numerosos antecedentes, muchos de ellos por delitos contra la propiedad como hurtos.
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