Semana Santa en casa

Un plan similar ha tenido Víctor Pérez de Guezuraga, exdirector general de Petronor, secretario de la Junta del Colegio de Ingenieros Industriales de Bizkaia y Hermano Mayor de la Cofradía de Santiago Apóstol. «Es una gran pena, tras haber estado preparando las procesiones todo el año, no haber podido salir». Víctor dedica sus días a atender los asuntos del Colegio y a elaborar planes para cuando salgamos de este agujero. «La vida normal no creo que comience hasta junio»'.

Isidro Elezgarai, presidente del Comité del País Vasco de Unicef e Ilustre de Bilbao, cada día se levanta con ganas de trabajar por los demás. «Hemos conseguido a través de Unicef más de 100.000 test contra el coronavirus, 400.000 mascarillas y mil equipos de protección sanitaria». Cada día hace la comida para su madre, de 90 años, realiza ejercicio -es cinturón negro de taekwondo-, lee la prensa y el libro de Josep Piqué 'El mundo que nos viene'.

Beatriz Marcos, concejal de Bilbao durante dos décadas, dedica sus jornadas a atender a su madre enferma, de 87 años, a su marido y a sus dos hijas. Le da tiempo a teletrabajar, leer y coser. «Estoy haciendo mascarillas con doble tela para mi familia y amigos». «Yo, que soy de salir mucho y dar muchos abrazos, llevo con tristeza no poder acercarme a nadie».

Marian López, presidenta honorífica del Club Lions de Bilbao, directora de la Asociación y Residencia Alegría de Muskiz, donde tienen a su cargo a 50 ancianos, y creyente a machamartillo, asegura: «Soy feliz ayudando a los demás. Creo que Dios nos ayudará a salir de esta situación».

Jon de Miguel, que regenta La Taberna de Plaza Nueva, donde cada Semana Santa se exponían pintxos en homenaje a diferentes hermandades penitenciales, aprovecha para cocinar. «Lo importante, aunque es muy duro tener el local cerrado, es abrir cuando todo haya pasado y podamos salir a la calle con total tranquilidad».