Seis millones para mejorar la seguridad en la red de carreteras

La labor principal se centrará en reparar tramos de, en la mayor parte de los casos, unos centenares de metros como mucho para eliminar baches, grietas y deformaciones provocados por el paso del tiempo, el tráfico de vehículos -especialmente los pesados- y las condiciones meteorológicas adversas. Las reparaciones incluirán, entre otros, el fresado, la reposición de la capa de rodadura y la aplicación de tratamientos para la mejora de la calzada.

Los tramos a revisar que más tráfico soportan son, con diferencia, los de la A-8. Hasta cinco se incluyen en el Plan de Firmes: tres en el entorno del túnel de Malmasin y la AP-68, y otros dos cerca de Pobeña, en el límite con Cantabria. «Muy densa» está catalogada también la circulación, según el último balance foral, en la BI-10 que discurre por el barrio baracaldés de Retuerto, alrededor del centro comercial Max Center.

La otra novedad es que el Plan de Firmes foral pasa a tener una duración de un año. Las dos actualizaciones anteriores fueron bianuales. La última, la que comprendió el periodo 2022-2023, tuvo un presupuesto de 4,3 millones. A las rehabilitaciones programadas se suman los imprevistos que aparecen habitualmente en la red foral de carreteras, compuesta por 1.300 kilómetros.