Seis millones de euros y 14 meses de obras para reformar los túneles de acceso a Bilbao por Deusto

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado en su sesión de esta mañana la partida presupuestaria que permitirá abordar las obras del que, hasta que cayó en la órbita municipal (antes era foral), era conocido como túnel de Ibarrekolanda. Se trata de una infraestructura curiosa porque en su interior varía el número de carriles y no tiene aceras. Está compuesto por dos tubos paralelos; el que va en sentido Asúa tiene una longitud de 495 metros y en sentido Bilbao, 501,5 metros.

Según han explicado desde el Ayuntamiento, «el objetivo de los trabajos, además de mejorar el estado general de la infraestructura, es adaptarlo a la normativa vigente». Para ello «se generará un nuevo eje de trazado para reducir el sobreancho en la salida a la rotonda (por motivos de seguridad), se propiciará el espacio necesario para ejecución de nuevas aceras (ahora inexistentes) y se construirá una galería de evacuación entre los dos tubos». Además, se mejorará el sistema de drenaje y se sustituirá y modernizará todo el sistema de alumbrado y ventilación.

Una de las actuaciones que se requieren para adecuar el túnel a la normativa actual es independizar totalmente los dos sentidos de circulación, porque ahora van por el mismo tubo en los primeros 115 metros entrando desde Bilbao. El principal condicionante de este hastial, el muro que se va a construir, es que sea «capaz de soportar el impacto de un vehículo en cualquiera de las calzadas, por lo que se ejecutará un muro de hormigón armado con cimentación superficial con un hastial visto de 1,50 metros de altura y, sobre él, un tabique de bloques de hormigón que ascienda hasta dividir ambos tubos por completo».

Para dar cumplimiento al marco regulatorio de túneles viarios municipales, y por tener una longitud superior a los 500 metros, las obras proyectadas contemplan «la construcción de una galería para la evacuación de personas, que conecte los dos tubos mediante una galería transversal, situada en mitad del túnel».

En términos estéticos, el revestimiento actual de azulejos parece que no está ya en buen estado, así que «será retirado y sustituido por paneles de acero vitrificado sobre todas las superficies interiores, tanto de hormigón armado como de muro de bloque».

Las obras van a tener que convivir con el tráfico porque este es un punto importante en la movilidad de Bilbao. Así que el tajo se ha planteado «en fases de cara a mantener el tráfico en el túnel de forma permanente en ambos sentidos, adoptando los desvíos y modificaciones de señalización y balizamiento que sean necesarios, además de las modificaciones de instalaciones que garanticen la seguridad del túnel». Eso sí, «entre fases es posible que sean necesarios cortes de tráfico, totales o parciales, durante periodos cortos de tiempo para poner en servicio los desvíos y modificar la señalización».