La saturación de las haurreskolak de Bilbao deja a 132 familias sin plaza

Ayer se publicaron las listas definitivas de admisión de las haurreskolak, y hay notables variaciones respecto a las provisionales. En estas últimas, tal y como publicó este periódico, figuraban más de 400 familias sólo en Bizkaia en lista de espera. Ahora, esa cifra ha bajado a las mencionadas 132, que se concentran en Bilbao.

Hay varias razones que pueden explicar el desplome en la cifra. Por ejemplo, que muchas de esas familias hubieran entregado mal la documentación; o que hubiese un desfase entre las plazas inicialmente ofertadas y las realmente existentes. En cualquier caso, lo cierto es que todas las solicitudes fuera de Bilbao han sido atendidas y los bebés han sido reubicados en los distintos centros educativos.

No ha sido así en Bilbao, donde la planificación de la oferta no se corresponde con la demanda. De las 762 plazas sólo están ocupadas 659. Hay, por tanto, 103 puestos libres. Y, sin embargo, 132 familias se han quedado fuera de la red. Esto se debe a que las matrículas se concentran, sobre todo, en las guarderías del centro de la ciudad: Sánchez Marcos, Indautxu, Cervantes, Basurto... Todas ellas han recibido un aluvión de solicitudes muy por encima de su capacidad. Para poder absorber toda la demanda, el Ayuntamiento de Bilbao planea crear en los próximos meses 169 plazas nuevas, con una inversión de cinco millones de euros. En el conjunto de Euskadi, el consorcio, participado por los ayuntamientos y el Gobierno vasco, cuenta con 8.812 plazas, de las cuales 3.639 están libres para el próximo curso.

El problema se concentra en el aula de un año. Una de las condiciones que Educación impone a las familias para poder acceder al servicio gratuito es que ambos progenitores hayan terminado el permiso de paternidad y maternidad o que, como mucho, reste un mes del mismo, entre los dos. Por ello, apenas hay criaturas que sólo tengan meses de vida apuntadas en las guarderías. En cambio, cuando los padres terminan el permiso y se reincorporan al mercado laboral, muchos buscan un centro educativo en el que dejar a sus bebés. Y es entonces cuando llegan las dificultades para encontrar plaza en la red pública, sobre todo en determinados barrios.

Por todo ello, la parlamentaria del PP Muriel Larrea exigió ayer al Gobierno vasco que concierte la etapa de 0 a 2 años en las escuelas infantiles privadas. Con un coste de en torno a 400 euros mensuales, lo tienen difícil para competir con la red pública. Sus responsables han mostrado en varias ocasiones su disposición a acoger a los centenares de familias que se han quedado fuera del consorcio. No obstante, piden para ello que Educación también financie sus plazas, de manera que el servicio siga siendo gratuito para las familias. Y la administración se ahorraría, argumentan, el dinero que costaría tener que crear nuevas infraestructuras.

«Ni una sola familia debería quedarse fuera de la escuela infantil si lo ha solicitado», esgrimió Larrea, en una comparecencia pública. La parlamentaria, además, anunció que su grupo solicitará que todas las haurreskolak tengan los mismos servicios; por ejemplo, «los de acogida temprana a los madrugadores o por la tarde para poder conciliar la vida laboral con la familiar». Muchas guarderías ofertan uno u otro en función del número de familias que los solicitan.