Al fondo, el tramo de la calle Cantabria que se cerrará al tráfico en los próximos días. Ignacio Pérez

San Ignacio afronta la peatonalización de cuatro calles tras la llegada de la OTA

El Ayuntamiento da más espacio a los caminantes un año después de que el estacionamiento de pago haya reducido la afluencia de vehículos

Miércoles, 8 de marzo 2023, 01:05

Este es un ejemplo de evolución natural en materia de transformación urbana. Hace casi un año la OTA llegó a San Ignacio (también a Ibarrekolanda y La Peña) porque el barrio se había convertido en un lugar antipático, repleto de coches foráneos dejados allí por ... gente que llegaba a Bilbao y luego cogía el metro para desplazarse al centro. Era una especie de gran aparcamiento donde sólo el 40% de las plazas en superficie eran ocupadas por vecinos. Ahora, tras la implantación del estacionamiento de pago, el entorno se ha tranquilizado, hay sitios donde aparcar, y ya no abundan los vehículos dando vueltas nerviosos en busca del hueco codiciado.

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Liberado el espacio público de la masificación de coches, toca dar el siguiente paso: recuperarlo para los peatones. En principio, según avanza la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, en los próximos días se va a peatonalizar un tramo de calle. Luego llegarán tres más. En todos los casos, asegura, los cambios responden a peticiones vecinales y se trata de zonas próximos a la plaza Levante, el espacio abierto que da oxígeno al corazón del barrio.

«Es el ejemplo de hacia donde tiene que ir Bilbao: quitar espacio a los coches y dárselo a las personas», explica Abete. La primera peatonalización se va a llevar a cabo en la calle Cantabria, entre las calles Asturias y Aragón. Es el tramo que está frente al colegio, con una longitud de unos sesenta metros en fondo de saco que desemboca en la plaza Levante. Así que quedará como una especie de prolongación de ese espacio. En principio el Ayuntamiento va a tirar de «urbanismo táctico», es decir, se cerrará al tráfico esa zona, se pintará el asfalto o se pondrán jardineras, pero no habrá obra.

«Esto es lo que debe hacer Bilbao: quitar espacio a los coches y dárselo a las personas», dice Abete

A los otros tres tramos la peatonalización llegará de forma «escalonada», dice la concejala. El siguiente será el paralelo al primero, Arturo Campión, también entre Asturias y Aragón. Y a continuación se actuará en las calles Asturias y Universidad de Oñate en sus segmentos entre Lehendakari Aguirre y Larrakotorre. En todos los casos se trata de «zonas sin garajes ni vados que terminan en fondo de saco», es decir, que no tienen salida para el tráfico y confluyen con aceras. Se dará continuidad así a zonas peatonales que ya existen.

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El hecho de hacerlo de forma escalonada y mediante la estrategia del 'urbanismo táctico', que es fácilmente reversible, da la oportunidad de comprobar cómo se comporta el tráfico y también la opinión pública. Asume Abete que, pese a llegar de las propias asociaciones vecinales la petición de ganar esos espacios para los peatones, una maniobra de esta naturaleza siempre genera cierto escozor en parte de la población. Sobre todo, por las plazas de aparcamiento que se pierden.

Cien plazas de aparcamiento

Según los estudios municipales, tras la implantación de la OTA hay espacios suficientes en superficie para asumir con holgura las necesidades de los residentes. Así que el impacto de estas peatonalizaciones que llegan, previsiblemente, no será grande. En el primer tramo que se cerrará al tráfico se perderán una veintena de plazas; en el segundo serán unas treinta; y en los dos últimos, los que están al otro lado de la avenida, suman alrededor de cuarenta. En total, cien. En todo el barrio hay más de 2.300 plazas de aparcamiento en superficie, según el registro municipal.

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Deusto cerrará al tráfico la calle de la ikastola

El barrio de Deusto también va a estrenar peatonalización. En este caso «lo ha pedido la ikastola» y afecta a la calle Jon Arrospide (paralela a Botica Vieja), en el segmento entre Iruña y Luis Power. Es decir, se trata del tramo que discurre frente al centro educativo y el polideportivo. Apunta la concejala de Movilidad y Sostenibilidad que la ikastola quería «ganar espacio» para evitar que los escolares convivieran con los coches. «Hemos analizado los tráficos y hemos decidido que es posible hacer la calle peatonal».

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