Los saltos clavan a Bilbao en el mapa

La organización espera esta vez la presencia de unos 60.000 espectadores, que no dejarán un hueco libre de asfalto en ambas márgenes de la ría, la zona más próxima a la estructura desde la que se lanzarán al agua los clavadistas. Una pasarela que tomó en los setenta su nombre al ser el primer lugar desde el que los marineros que llegaban en barco a Bilbao veían a lo lejos la basílica de Begoña, lo que aprovechaban para entonar una salve dedicada a la Amatxu.

Desde allí, los especialistas se zambullirán a 85 kilómetros por hora en aguas del Nervión, tras un salto acrobático que apenas durará tres segundos. Entre ellos se encuentran Orlando Duque, leyenda de este deporte; o Jonathan Paredes, actual campeón del circuito y uno de los más queridos del público. Lo harán completando las tres rondas previstas que decidirán, en torno a las 19 horas, el nombre del mejor clavadista de una prueba que todos esperan con ganas. Así quedó reflejado en la rapidez con que se agotaron los 2.500 pases especiales para la zona acotada junto al Museo Guggenheim. Lo mismo ocurrió con las 100 plazas ofrecidas a embarcaciones para presenciar la cita desde la propia ría.

Pero si espectaculares son los saltos no lo son menos los escenarios en los que los clavadistas desafían a la gravedad en la exigente competición que organiza y patrocina la marca de bebidas energéticas Red Bull. Antes de llegar a Bilbao se abrió esta temporada, en la que las series mundiales cumplen una década, en el Hell's Gate, o Puerta del infierno, situado en Texas (Estados Unidos). Un asombroso lugar con dos enormes acantilados que se levantan imponentes antes de dar paso a una cala en el extremo sur del lago Possum Kingdom.

Además de Bilbao, este espectáculo también se vivirá en el corazón de Copenhague. Será a finales de agosto, cuando la capital danesa, con el majestuoso palacio de Amalienborg, hogar de la familia real, disfrutará de estos expertos en clavados sobre una plataforma también a 27 metros pero en su caso sobre el tejado de la Opera House. Antes ya habrán pasado por las Islas Azores, uno de los lugares que la organización considera «más puros» en estas series mundiales. Allí acudirán por séptima vez consecutiva, para lanzarse a modo de trampolín desde las rompientes de este archipiélago portugués, concretamente desde una roca volcánica con forma de cabeza de serpiente.

También descubrirán escenarios nuevos, como el lago Uri, en Sisikon (Suiza), un lugar rodeado de glaciares. En septiembre harán parada en Mostar (Bosnia), en el histórico puente Stari Most, construido en el siglo XVI y auténtico icono de la guerra de los Balcanes. Esta estructura se eleva sobre el río Neretva, flanqueada por torres fortificadas. Desde hace más de 300 años las competiciones de clavados tienen allí una enorme tradición. Pero será en Polignano a Mare (Italia), la cuna europea de los grandes saltos, donde se conocerá el nombre del ganador del circuito. Si algo tiene de singular este lugar, además de su mozzarella, es que para acceder a la plataforma los saltadores deben atravesar el salón de una vivienda particular. Una vez allí, se lanzan al mar Adriático desde la azotea.

En estas series también participan mujeres, pero en el caso de Bilbao y Copenhague, por las características de sus localizaciones, únicamente compiten hombres. Al margen del circuito, tanto ellos como ellas han ensayado sus acrobacias en otros muchos inhóspitos e increíbles lugares. Orlando Duque, por ejemplo, ya lo ha hecho en la Antártida y también junto a la Estatua de la Libertad, desde un helicóptero. Su compañero Jonathan Paredes en las Cataratas Victoria. Acapulco y su acantilado de La Quebrada, con 45 metros de altura, es uno de los escenarios donde se han celebrado numerosas pruebas o exhibiciones. También La Rochelle, Francia, desde la Torre de San Nicolás, o algunos rincones de Hawaii. Un espectáculo que no deja indiferente a nadie.

Creador del parado de brazos de espalda con 4 tirabuzones, y el doble mortal inverso con 5.

A la hora de volar, prefiere los tirabuzones a los mortales. Es el más joven en subir a un podio.

Alessandro ha sido el primer wildcard que consigue una victoria en la categoría masculina.

Es toda una leyenda, uno de los tres clavadistas que compite desde el principio.

Tiene el salto de más dificultad en la historia: triple mortal y 4,5 tirabuzones en 3 segundos.

Fue artista del Cirque du Soleil, además de especialista de escenas de riesgo en las películas.

Un entrenador de salto como padre y una acróbata como madre... ¡Lo lleva en los genes!

Mide 1,61 metros y es un 'turbo spinner', capaz de hacer cinco mortales en tres segundos.

Encandila al público con sus saltos de Superman, lo que le ha valido el apodo de 'Supratil'.

Campeón de las Series Mundiales 2017, clavar las entradas es su habilidad más destacada.

Con 29 años es la primera vez que está invitado a las series mundiales como wildcard.

Wildcard desde 2012, el atleta multilingüe no ha dejado de mejorar sus habilidades.

El saltador de 30 años se estrenó saltando en Mostar, el icono bélico de Bosnia-Herzegovina.

Excampeón de las Series Mundiales quedó relegado como wildcard tras un 2016 complicado.