Salesianos negocia la primera indemnización en Euskadi a víctimas de pederastia

Consultadas por este periódico, fuentes de ambas partes recalcan que no se trata de una negociación para una indemnización por daños morales, sino que la idea es que la orden asuma el coste del tratamiento psicológico que la víctima ha recibido como consecuencia de los abusos, y que ha pagado de su bolsillo desde 1992. Según las facturas e informes médicos presentados por el afectado, que prefiere mantenerse en el anonimato, el monto total asciende a 58.800 euros. El exalumno reclama que la orden se haga cargo también de los gastos «a futuro». Se trata de una forma de que la orden se «responsabilice» por el daño causado, dentro del compromiso de reparación de las víctimas.

La Congregación ya dio por «acreditados» los hechos y pidió perdón al afectado en una carta. Sin embargo, el exalumno demanda una petición «pública» de perdón. Por eso, además del acuerdo económico, solicita tener una reunión con el superior de la orden en la que reciba disculpas de manera pública. Su objetivo es que más víctimas se animen a denunciar los abusos recibidos. «En mi clase éramos 40 chicos y sólo hemos denunciado dos», afirma.

En la documentación a la que ha tenido acceso EL CORREO, Salesianos reconoce que los abusos provocaron en la víctima «serias dificultades en el desenvolvimiento de su vida personal y laboral». Así, «su salud emocional y psicológica está afectada». Por ello, la orden se «compromete» a asumir «los gastos de las consultas psiquiátricas y los tratamientos farmacológicos» de la víctima, tanto «los soportados por él mismo y por su familia» hasta ahora como los costes «a futuro».

«No es una compra de silencio»

«Se espera que esta compensación sirva, aún parcialmente, para reparar y aliviar el daño causado, buscando cerrar un ciclo doloroso de victimización, sin perjuicio de la adopción, mediante acuerdo, de acciones reparadoras de otra índole» y que puedan suponer «costes adicionales para la Congregación», abunda el texto.

En cualquier caso, el acuerdo no impide que la víctima acuda a las instancias que considere oportunas para denunciar su caso o exigir algún otro tipo de compensación. «Mediante este compromiso se quiere expresar el rechazo expreso de todas las prácticas que (...) puedan ser percibidas como la 'compra del silencio'», señala el documento. «Igualmente, se quiere reconocer la libertad y posibilidad que» la víctima «tiene de acudir y/o participar en iniciativas de compensación económica que se puedan instaurar en el futuro por parte de la Iglesia en España, por parte del Estado o por colaboración entre ambas», dice.

El caso se remonta a los años 80. En quinto de EGB, con once años, la víctima empezó a sufrir tortazos, golpes y palizas por parte de un sacerdote. Más tarde llegaron los abusos sexuales de un segundo religioso. Besos, caricias, manoseos... A otros compañeros «incluso les sentaba en las rodillas», relata. También explica que este sacerdote, ya fallecido, se paseaba por la zona de duchas mientras los alumnos se aseaban.

La indemnización que está dispuesta a pagar la orden de los salesianos es la primera en Euskadi. No les consta ningún precedente del estilo ni al Obispado ni al despacho de abogados especializado Cremades y Calvo Sotelo, que está elaborando una exhaustiva base de datos con los casos registrados en España y que afectan a casi 400 órdenes religiosas.

Sin embargo, sí hay comunidades en las que se han alcanzado acuerdos económicos con víctimas. Según desveló 'El País', la Iglesia española ha pagado al menos dos millones de euros (en concreto, 2.063.728) en indemnizaciones a 173 víctimas de pederastia. Son casos en los que están involucrados 43 pederastas (20 sacerdotes, 17 religiosos, dos seminaristas y cuatro laicos con cargos pastorales. El acuerdo económico más importante corresponde al alcanzado por los maristas de Cataluña con 25 familias en 2020. Fueron 350.000 euros de compensación, según la propia orden. Las cantidades percibidas por los afectados variaron entre los 600 y los 50.000 euros.

No obstante, la mayor indemnización la recibió en el año 2002 una víctima de Salamanca que sufrió abusos en los años 80. En esa ocasión, los jesuitas llegaron a pagar 72.000 euros y la fijó el propio afectado basándose en los gastos de terapia que había tenido hasta ese momento.

El de los salesianos no es el único gesto que se ha realizado en los últimos meses en Bizkaia desde el ámbito religioso para tratar de aliviar el dolor de las víctimas. El pasado mes de marzo el obispo, Joseba Segura, presidió un acto solemne en la Catedral de Santiago para pedir perdón de manera oficial a las víctimas de la pederastia. Aseguró que su diócesis tratará de «buscar la verdad». La única manera de que las víctimas puedan «empezar a sanar -defendió- es si conocemos a los responsables directos de su dolor».