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Tchanile vive en Bilbao después de cruzar medio África y el Mediterráneo. Mireya López

«Mi ruta desde Togo duró ocho años y fue horrible, mi familia me daba por muerta»

Waki Tchanile, solicitante de asilo de Togo, se reencontró con su hermano en Oñati

Jueves, 20 de junio 2024, 00:30

A Waki Tchanile, su familia la daba por muerta. Salió de su casa en Togo en 2016 y la siguiente vez que tuvieron noticias de ella fue en diciembre de 2023, poco después de llegar a Larraña Etxea, el centro de acogida del Gobierno vasco ... que gestiona Zehar Errefuxiatuekin en Oñati. Casi ocho años después de empezar su «horrible» ruta.

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Lo cuenta despacio, sin dejarse nada. «Fue horrible, me violó y maltrató mucha gente», recuerda esta solicitante de asilo. Todo empezó con su huida a Benín, de donde cruzó a Níger, Argelia, Libia, Marruecos... La mayoría de las veces -dice- no sabía a dónde iba». En 2018, cuando se dirigía a Trípoli (Libia) para alcanzar Europa, fue detenida junto con otro grupo de migrantes. Pasó dos años en prisión, separada de su pareja, Alex, a quien había conocido en pleno proceso de tránsito. Fue «un infierno» que terminó porque un carcelero «nos ayudó».

Siempre sin nada, trabajando en lo que podían, pidiendo «para comer», se acercaron a su objetivo: cruzar el Mediterráneo. Pero en Marruecos se dieron de nuevo de bruces con la realidad. «Eran muy racistas y pasamos tres años viviendo en los bosques», asegura. Intentaron «varias veces» cruzar el Estrecho, y consiguieron el dinero suficiente para subir a una patera que les llevara a Cádiz.

Decidieron trasladarse a Bilbao, donde dormían en la calle, porque estaba más cerca de la frontera con Francia. Pero ocurrió «un milagro». Allá donde iba, Waki preguntaba por uno de sus hermanos, que también había huido de Togo. No tenía esperanzas, podía estar en cualquier sitio. Pero estaba aquí. «Había estado en el centro de Oñati en 2018, le conocían, y le llamaron. Vive en Vitoria y cuando salió de trabajar vino a verme, nos abrazamos, llamamos a mi madre... Ahora todos saben que estoy viva», celebra. También que tiene planes de futuro, como recuperar el tiempo perdido con sus hijas y terminar el curso de atención sociosanitaria que está realizando para ser independiente.

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