Revolución en el concierto de Louis Tomlinson: la organización no permitirá acampadas en Miribilla

La promotora de la gira 'Faith in the future. World Tour 2023' ha emitido un comunicado en el que subraya que los fans podrán empezar a hacer cola a partir de las nueve de la mañana de este domingo, pero nunca «antes». Los miembros de seguridad colocarán pulseras «numeradas secuencialmente» en las muñecas de los espectadores «por orden de llegada». Todos los asistentes, insisten las mismas fuentes, deberán presentar una entrada válida del espectáculo y «estar presente» para recibir la pulsera. Los fans, reitera, que hayan acampado durante la noche o que lleguen antes de las nueve de la mañana de mañana no solo no recibirán las pulseras, sino que además, serán trasladados al final de la cola.

La expectación que ha levantado este concierto, que se incluye dentro de las 28 actuaciones que el artista británico dará hasta el próximo 18 de noviembre en distintas ciudades de Europa, ha llevado a los promotores a establecer un protocolo de obligado cumplimiento. Los aficionados deberán volver a la cola a las tres de la tarde y dirigirse al acceso de la pista ubicado en la puerta A. «La seguridad respetará las pulseras durante una hora –desde las 15.00 hasta las 16.00–. A partir de las cuatro, los seguidores Tomlinson se pondrán en fila según vayan llegando. Para evitar cualquier duda, la organización ha recordado que las pérdida, sustracción o manipulación de la pulsera supondrá la pérdida del número en la cola.

Este concierto ha levantado una enorme expectación. Los exteriores del Bilbao Arena son desde hace quince días lo más parecido a una Torre de Babel. Gente llegada de todos los puntos de España y de numerosas ciudades de Italia hacen cola . En sillas de playa, en colchones hinchables, tirados en el suelo… Da igual.

No hay el menor signo de cansancio en sus rostros y, si lo hay, lo disimulan la mar de bien. En camisetas de tirantes, en sudaderas, pese a que el calor aprieta de lo lindo, con capuchas... Una treintena de jóvenes, casi todas chicas, aguardan la llegada de este artista que levanta pasiones. Hablar de que le idolatran sería quedarnos cortos. La fascinación que despierta el británico, uno de los antiguos miembros de la famosa 'boy band', salta a la vista. Están de acampada porque no se conforman con verle. Quieren tocarle. «Es único», «Tiene conciencia de clase», «Tiene los ojos más maravillosos del mundo», «Es un padre para nosotras»… Y así hasta el infinito. Mucha de esta gente le sigue allá donde actúa.

Pedro Lavado y su mujer, Itsaso, se han turnado para que su hija, Goiuri, una estudiante de 18 años de Gestión y Salud Animal, disponga del mejor emplazamiento. Pedro hizo turno desde las cinco de la madrugada del pasado viernes. «La mujer se ha pasado toda la noche. Yo tengo que volver a trabajar, no puedo estar todo el tiempo que quisiera. Menos mal que está todo muy bien organizado», recordaba el jueves al mediodía.

Malena Domingo, estudiante de Economía, y Lizeth, una joven bilbaína de origen boliviano, compartieron espacio junto a un nutrido grupo. «Lo es todo», subrayaba la primera. «Le puedes sentir en sus conciertos», resaltaba la segunda. Ruma, una adolescente gijonesa que quiere labrarse un futuro como pastelera, aseguraba que Louis «tiene los ojos más preciosos del mundo. Solo pensar que voy a verle tan cerca me ayuda a no acordarme del dolor. Estando junto a gente tan agradable, además, descubres que se duerme sorprendentemente bien pese a tantas incomodidades».

Son algunos de los milagros que obra esta estrella. «Es uno de los artistas que más me ha influido. Tiene unos valores muy importantes. Aspira a crear una sociedad más igualitaria», remarcaba Siki, un moderno pakistaní afincado en Logroño que quiere trabajar de peluquero.

A nadie parece importarle que en su día, hace ya más de ocho años, One Direction se separasen. «Es muy triste, pero en vez de un grupo ahora tenemos cinco almas que se han desarrollado como personas. Nos encantaría que volviesen a dar un concierto de recuerdo», deseaba la mayoría de fans.

«Yo empecé ya seguirles con 10 años y ahora tengo 23. Su música ha acompañado toda mi infancia y adolescencia «, se felicitaba la murciana Amelia. Lucía, de Ponferrada, acudió el año pasado a cinco conciertos de Tomlinson y este ya lleva tres. «Me gusta por todo», explica sin extenderse en razones. «Es como un padre», resume la donostiarra Itziar. «Es el único artista que me gusta. Estaré en la primera fila porque se vive diferente», sentencia.

María, de Castellón, encuentra terapia en sus canciones, especialmente en el tema 'Headline'. «Viene bien contra la ansiedad. Su música me calma», reflexiona. Nadie quiere entrar en una lucha de egos. Y menos con Harry Styles, el componente más famoso de One Direction. «Está sobrevalorado», se le escapa a una fan. Pero reina la paz entre tanta chavalería. «Louis es tan cercano...», elogia Rebeca, que ya le ha visto en Cracovia e Italia. «Tiene mucha conciencia de clase. Allá donde actúa impone una política de precios mínimos y encima reparte botellones de agua gratis y cuenta con un servicio de atención médica por si a nosotras nos pasara algo». En Bilbao los espectadores tendrán que pagar 51 euros por la entrada.

'La de Burgos', como se autoproclama otra enfervorizada fan, ha dejado trabajo y casa, para seguirle en el tour europeo que arrancó el 29 de agosto y concluirá el 18 de noviembre. «Serán 28 conciertos e iré a todos. Se lo merece. Lo hago todo por él», se felicita. Sara y Eleonor llevan tres días en las afueras del Bilbao Arena. Han llegado de Nápoles, pero ya le han visto en Bucarest, Atenas… «Nos gusta todo. Su música, su persona… ¡y lo guapo que es!», coinciden tiradas en el Bilbao Arena. Así hasta el domingo a las nueve de la noche.