El reventón de una tubería provoca una riada junto al ambulatorio de Areilza

Aunque en un principio se ha pensado que las obras que tienen lugar para peatonalizar Rodríguez Arias han provocado la rotura, fuentes del Ayuntamiento de Bilbao han confirmado a EL CORREO que el enorme charco ha sido fruto de un «reventón fortuito» en la red general. Pasadas las 11.00 horas, se ha salido una curva de un tubo de 125 milímetros causando la inundación.

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Nada más producirse la avería, operarios municipales han acudido al lugar para realizar las primeras labores de reparación, que han consistido en achicar agua y tratar de limpiar los restos de barro que se han formado, tanto en la acera como en el bidegorri, que ha quedado prácticamente inutilizado durante cerca de una hora. También han tenido que cortar el agua a los portales comprendidos entre el número 12 y el 20 de esta manzana, así como al ambulatorio. Parece que la avería durará un rato. Como mínimo, cuatro horas sin agua. «Hasta que levantemos las baldosas no sabemos lo que nos vamos a encontrar», ha advertido un responsable de los operarios.

Un «incordio» para los vecinos y los negocios del entorno, en especial, el sector hostelero. «Se nos van a amontonar los vasos sin lavar, tendré que cerrar el baño porque sino se puede tirar de la cadena… Esperemos que no dure mucho más tiempo», ha señalado Estefanía Borrego, empleada del Bar Mundaka. Unos metros más abajo, Elisabeth, responsable del Areilza Berria, todavía se encontraba pasando la fregona para retirar los restos de lodo provocados por la riada. En el momento del reventón, había clientes en la terraza y «les he tenido que poner la mesa en la zona de la calle que estaba seca para que no se tuvieran que marchar».

El agua ha invadido toda la acera y en los primeros instantes «había varios centímetros. Si ibas con katiuskas pasas, pero sino te tenías que dar la vuelta. No se podía pasar», han asegurado dos empleadas de la Inmobiliaria Gran Bilbao, ubicada junto al ambulatorio. «Era un riachuelo lleno de barro. Lo nunca visto», han agregado. Pese a su aspecto marrón, no se trata de aguas residuales. El color se debe a la suciedad de la tubería por donde circulaba.

La Policía Municipal ha cortado un tramo de la calle al paso de peatones, justo donde se situaba la montaña de losetas rotas, y por el resto de la vía los ciudadanos pasaban con mucha precaución temerosos de pegarse un buen resbalón. Pero a la vez muchos no han dudado en sacar sus móviles para inmortalizar la inusual estampa. «Pues a sido un buen reventón, porque para levantar todo eso y dejar la acera marrón… ¡La que se ha liado!», comentaba Luis Manzano, un vecino de la parte alta de Areilza. Mientras, a la entrada del ambulatorio, se ha observado cierta confusión entre algunos usuarios. «¿Se puede entrar?», preguntaba una mujer a un agente municipal.