Varios empleados de una empresa de transporte cargaban a primera hora de este domingo decenas de maletas en furgonetas en el lateral de la terminal de llegadas del aeropuerto de Loiu. Se trata de una compañía contratada por Iberia para llevar a Madrid las miles ... de maletas que a lo largo de estos días se han quedado en tierra. La huelga en el servicio de tierra ha afectado principalmente al equipaje. Miles de pasajeros se han visto obligados a volar sin sus objetos personales, sencillamente porque no había nadie que los cargase en los aviones.
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Ha sido, sin duda, la estampa de la tercera jornada consecutiva de huelga convocada en los aeropuertos españoles (este lunes tendrá lugar la última) que ha alterado la vuelta de las vacaciones de miles de pasajeros. Miles de maletas se apilaban en la terminal de llegadas de 'La Paloma'. El impacto de los paros se ha observado conforme pasaban las horas. A media mañana los mayores problemas se concentraban en las cintas de salida del equipaje. Estaban desbordadas.
Al no haber personal, algunos aviones tenían que regresar a sus aeropuertos sin vaciar la bodega. Los vuelos que sí conseguían descargar lo hacían con enormes retrasos, por lo que ya no quedaban usuarios que las recogieran. El equipaje quedaba así varado en el 'hall' del aeropuerto, a la espera de que los -pocos- empleados asignados a los servicios mínimos las fueran apilando en una esquina. Las maletas amontonadas se contaban al principio por cientos. Con el paso de las horas fueron miles.
«Hemos aterrizado de Tenerife y hemos estado más de una hora esperando a que descargasen nuestro equipaje», relataban Sara Garrido y Francisco Javier Rodríguez en la terminal de llegadas. «Al principio parecía que iban a salir, pero de pronto el cartel cambiaba y ponía que las maletas de nuestra cinta eran las del vuelo de Frankfurt». Tras una larga espera, finalmente una empleada de Iberia les informó de que su equipaje no iba a llegar. «No sabemos si lo han descargado y se ha quedado en el aeropuerto o si se ha vuelto con el avión para Canarias», lamentaban. Por el momento, lo que les toca es poner una reclamación y solicitar que les envíen las maletas a Santander, donde residen. ¿Plazos? «Ni idea». Testimonios como este fueron una constante a lo largo de la jornada.
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«Esto es un caos, una vergüenza», comentaba de forma acalorada Isabel Fernández Robles. Ha acudido a media tarde a recoger a sus familiares, que volvían de pasar las vacaciones en Canarias. «El vuelo estaba previsto para las cinco de la tarde y ha llegado con dos horas de retraso. Y ahora nos dicen que hay que esperar por lo menos otras cuatro para saber si nos dan el equipaje y ni siquiera nos garantizan que lo vayan a descargar. ¡La gente trabaja mañana!», censuraba.
La problemática no ha hecho sino aumentar con el paso de las horas. Los almacenes de las plantas inferiores se han quedado pequeños y las maletas que no podían subir a los aviones comenzaron a apilarse directamente junto a los mostradores de facturación. La pila crecía por momentos.
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En un comunicado, Iberia ha reconocido que Loiu ha sido , junto a Barcelona y Gran Canarias, la terminal en la que más se notaron los paros. La compañía afirmó que trabaja para enviar las maletas «lo antes posible» a los clientes y admitió numerosas incidencias relacionadas con el equipaje. Mientras que el viernes fueron quince los vuelos que despegaron de 'La Paloma' con la bodega vacía, fuentes de la empresa no han sabido concretar este domingo cuántos se encontraban en esta misma situación. Fuentes sindicales afirmaron que fueron «la mayoría». Los trabajadores, además, estudiarán legalmente si la decisión de la compañía de enviar las maletas a Madrid por carretera vulnera su derecho a la huelga.
El impacto de los paros, en cualquier caso, ha sido muy superior a las dos jornadas previas. Era el día grande de la 'operación retorno'. Y se ha notado. A lo largo del día se han suspendido al menos tres vuelos: uno a Bruselas, otro a Menorca y un tercero a Vigo. En este último tendrían que haber viajado los jugadores del Celta después de su partido de Copa contra el Amorebieta. Estaba prevista su salida a media tarde, pero a última hora del día se ha confirmado que se quedaban en tierra. Además, los retrasos han sido numerosos y de calado, superando las cuatro horas en varios casos. También se han formado largas colas frente a los mostradores de las compañías afectadas.
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Siete aviones no pudieron aterrizar el martes en el aeropuerto de Bilbao como consecuencia del viento. Cuatro se desviaron a Madrid (a 400 kilómetros), dos a Barcelona (a 600) y uno Zaragoza (a 300). Según los últimos datos aportados por Aena, tan sólo tres de los 200 aviones que no pudieron tomar tierra en Loiu y Hondarribia en 2022 acabaron en la terminal alavesa. Son el 1,5%. Responsables de Vueling justifican que sus aviones no se redirigen a Foronda porque «carece de una operativa» que permita improvisar el servicio de tierra.
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