El retraso en la cesión de la central de Lemoiz ahuyenta a los inversores para la piscifactoría

Tapia compareció en la Cámara a petición de EH Bildu, que quería conocer los detalles del traspaso de unos terrenos que los abertzales reclaman para el municipio de Lemoiz, así como los planes de futuro. Y empezó por subrayar que en este momento «es cuando más cerca nos encontramos» de alcanzar «una antigua reivindicación» de las instituciones vascas, porque tanto el Gobierno central como Iberdrola, propietaria de 170 hectáreas de terreno y de los 200.000 metros cúbicos de cemento y las 1.000 toneladas de hierro que dan testimonio del fallido proyecto de la nuclear, «han dado pasos para ello». La compañía, «renunciando a las concesiones», y el Ejecutivo «materializando cada una de las actuaciones administrativas necesarias para ello».

El acuerdo presupuestario que el PNV alcanzó con el gabinete del PP de Rajoy en 2017 puso en marcha un proceso que poco después sufría «un parón», por la moción de censura contra el entonces presidente y la posterior llegada al Gobierno del socialista Pedro Sánchez. Sin embargo, celebró Tapia, el procedimiento «se ha retomado con brío en los últimos meses».

El proceso administrativo contemplaba dos cuestiones jurídicas bien diferenciadas. La primera afectaba a las 7 hectáreas de la central integradas en el dominio público marítimo-terrestre, y la segunda, se centraba en las 170 hectáreas en manos de Iberdrola. La Administración General del Estado, informó la dirigente jeltzale, culmina en estos momentos «el expediente de desafectación» de estos suelos. Pero su adjudicación no se producirá de manera directa, como preveía una disposición adicional incluida en el proyecto de los presupuestos del Gobierno central para 2019. La falta de aprobación de las cuentas ha supuesto «un pequeño escollo» que otra vez ha dilatado los tiempos.

Cuando ya se acerca el final, la consejería de Desarrollo Económico e Infraestructuras no descarta ningún uso para la central, siempre que sea «respetuoso con el medio ambiente» y genere empleo. No obstante, sus preferencias están claras: apuesta por ubicar en esos terrenos un polo de producción e investigación acuícola. «Una oportunidad de futuro», afirmó Tapia.

Los grupos de la oposición se mostraron escépticos ante esta posibilidad. «El proyecto de la piscifactoría está cogido con pinzas», advirtió Mikel Otero desde las filas de EH Bildu. No obstante, tanto la formación abertzale como el PP y Podemos centraron sus críticas en la resolución del proceso para Iberdrola. Los tres grupos cuestionaron que la compañía se desentienda de los suelos sin tener la obligación de devolverlos a su estado original. «Si el dueño hubiera sido otro se hubiera actuado de un modo distinto. Preocupa el trato de favor», manifestó la popular Mari Carmen López de Ocáriz. «Iberdrola se quita de encima toda la responsabilidad», insistió Podemos. La consejera respondió tajante. «Si tienen la sospecha de que ha habido connivencia, se ha regalado algo o se ha trabajado con puertas giratorias, este no es el lugar. Vayan a la Fiscalía», concluyó.