El retraso en la apertura del nuevo Termibus afecta a 13.000 viajeros al día

Después de sucesivos aplazamientos, los últimos meses han sido frenéticos en el tajo porque el compromiso era abrir la infraestructura este octubre «sí o sí», afirmó categórico el pasado agosto el concejal de Obras, Asier Abaunza. Las urgencias estaban motivadas, aparte de cumplir al fin con un plazo, porque este mes debía ser abandonada la parcela donde ahora paran los autobuses. En esa finca se levantará la quinta y última torre de Garellano, diseñada por Richard Rogers. Es Ría 2000 quien lleva a cabo la operación, y de no cumplir con las fechas había amenazas de penalizaciones.

Luego, a mediados de septiembre, un mes después de que en el Ayuntamiento trazasen toda esa hoja de ruta, Pedro Sánchez anunció unas nuevas elecciones generales para el 10 de noviembre. Eso implicaba que desde la convocatoria hasta el día de los comicios, según el artículo 50.2 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, quedaba prohibida cualquier inauguración. Así que la estación intermodal podría entrar en servicio en el momento previsto, sí, pero desprovista del boato habitual, de la presencia de autoridades políticas, y de un acto de estreno por todo lo alto como una infraestructura tan largamente esperada parecía merecer.

Hace un par de semanas ya se notaba que algo se estaba moviendo. El concejal Abaunza aseguraba que sólo quedaban pendientes algunos «ajustes», que todo estaba casi listo, y que la obra concluiría a finales de octubre. Sin embargo, evitaba responder si entraría en servicio ese mismo mes y dejaba la puerta abierta a que no fuera así.

Y ayer, al fin, el alcalde Juan Mari Aburto confirmó durante una entrevista en la cadena 'Ser' que la inauguración será la tercera semana de noviembre, la inmediatamente posterior a la cita electoral. Bilbao Intermodal, que así se llamará el equipamiento, entrará en servicio inmediatamente después del acto formal, cuya fecha exacta aún no está fijada, pero en el que, ahora sí, podrán intervenir todos los cargos públicos que lo deseen.

¿A qué se debe, oficialmente, este retraso en la inauguración? Según fuentes municipales, el propio Ayuntamiento solicitó realizar alguna prueba más (salidas de humos, evacuación...) y «pequeñas mejoras». También quieren afinar cómo funcionan los sistemas informáticos. ¿Y qué hay de las penalizaciones por no dejar la Termibus provisional en octubre, esas que tantas urgencias motivaban hace un par de meses? Los mismos medios aseguran que no va a haber ningún tipo de multa. También apuntan que ya está fijado el día 4 de noviembre como la fecha en la que se va a firmar el contrato de compraventa de la parcela, ubicada entre las calles Pérez Galdós y Luis Briñas.