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El Ministerio de Sanidad entregó hace unas semanas la Medalla de Oro de la Orden del Mérito del Plan Nacional sobre Drogas a la Fundación Gizakia, heredera de Proyecto Hombre que, desde 1985, ha ayudado a miles de vizcaínos a convivir con sus adicciones. Lo ... sigue haciendo, adaptándose a los cambios y a otras realidades como los problemas con las apuestas, con las redes sociales... Y consciente de que habrá otros nuevos. «A las residencias de mayores llegarán personas con problemas con las drogas», augura la directora, Estíbaliz Barrón.
- ¿Qué supone la Medalla de Oro?
- Es muy ilusionante. Es un premio de libre designación, no es la típica convocatoria a la que te tienes que presentar, sino que fue directamente el delegado del Plan Nacional de Drogas quien decidió que fuera para nosotros.
- Destacaron su labor en la atención a las personas adolescentes.
- Eso y nuestra capacidad de adaptación en la pandemia.
- ¿Cómo ha quedado este colectivo tras la crisis sanitaria?
- Para muchos el salir ha llegado con un descontrol de impulsos. Al haber estado tanto tiempo metidos en casa, ha habido personas que han tenido trastornos de conducta relacionados con consumos de drogas. Y, para otros, ha supuesto también salir con un ánimo bastante bajito, tristes, deprimidos.
- Un informe de la Universidad de Deusto advirtió del aumento del consumo de psicofármacos entre los estudiantes .
- Al final la pandemia les ha trastocado y hay situaciones de ansiedad y de depresión.
- ¿Cuáles son las sustancias que más consumen?
- Sin ninguna duda, alcohol y cannabis, que está mejor visto que el tabaco. Por lo que más se demanda tratamiento es por el cannabis, que no es tan inocuo como la sociedad piensa. El alcohol también plantea problemas, pero no porque presenten un alcoholismo, sino por el riesgo de que sufran un coma etílico y por algunos comportamientos que se tienen bajo los efectos del consumo, como conducir sin casco, entrar en peleas, tener relaciones sexuales sin protección...
- ¿A cuántos adolescentes atienden?
- Anualmente estamos en unos 120 y unos 350 padres y madres. A nivel general, 2.500 personas participan en acciones de sensibilización, en las que trabajamos con centros escolares, clubes deportivos... En adicciones, tenemos a unas 1.500 personas. Entre todos nuestros servicios, unas 7.000.
- Son muchas personas y aun así tienen lista de espera.
- Durante muchísimos años hemos mantenido la atención directa: si una persona se presentaba, incluso sin cita, la atendíamos. Pero la capacidad de atención de los equipos está superada, así que o tenemos más recursos o tenemos que poner lista de espera. Y, para algunos servicios como las comunidades terapéuticas, que forman parte de la red de salud mental de Osakidetza, la lista de espera anda en torno a cuatro meses. Es mucho tiempo, porque junto con la adicción hay muchísima patología mental asociada.
- Explíquese.
- Desde hace tiempo se habla de patología dual. Hay personas con una adicción y una esquizofrenia, trastornos límites de personalidad...
- ¿Qué droga es la que más problemas está generando?
- La cocaína, seguida del alcohol, aunque seguimos teniendo muchos heroinómanos con consumos muy cronificados, en exclusión y con patologías mentales que están en situaciones a veces muy duras y muy lamentables.
- Pero ese perfil ahora es minoritario.
- Es el colectivo más grave, pero el mayoritario en los procesos de abstinencia son varones de en torno a 35 años, policonsumidores, aunque la sustancia fundamental suele ser la cocaína, muy ligada al consumo del alcohol. Aunque destacaría lo que nos encontramos en los dos extremos. Por un lado, una población muy envejecida, de sesenta y tantos años. Estamos planteando ya la situación de que a las residencias de mayores llegarán personas con problemas con las drogas. Y habrá que hacer algo con ellas. Por otro lado, hay una población más joven, algunos con estudios universitarios, que están teniendo serios problemas. Esos porcentajes son pequeños, pero van creciendo.
- ¿Cuándo han empezado a detectar esas situaciones?
- Desde 2019 hemos visto un aumento. Se debería prestar atención a las personas allá donde estén, por ejemplo en un centro de día o en una residencia, que no están preparadas en principio para atender este tipo de problemáticas.
- Personas con problemas en las residencias... ¡Qué difícil es salir de la droga!
- La adicción es una enfermedad crónica y recurrente. No podemos hablar nunca de curación. Lo importante es que los periodos entre dos episodios sean largos y que estos episodios sean menos graves y cortos. Hay un porcentaje de población que pueda tener en su vida un episodio muy grave pero único, lo cual no resta importancia a que cada día tengan que estar luchando frente a ello.
- Tienen el foco puesto en internet...
- Hemos detectado un aumento de las apuestas deportivas entre los jóvenes, y nos preocupa también que, en muchos videojuegos, pueden adquirir 'vidas' pagando. El aislamiento por el mal uso de las redes sociales o de las tecnologías se produce en chavales que ya tienen un malestar interno. Un adolescente puede estar muchas horas con el ordenador o la 'play' sin que influya en sus relaciones de amistad, en los estudios...
- También trabajan en prevenir las relaciones tóxicas.
- Nos preocupa que, en torno a los 14-16 años, se empiezan a establecer las primeras relaciones afectivas y muchas veces hay elementos de control, de acoso, que estarían en la base de la pirámide de la violencia de género.
- A esa línea de ayuda llegarán más chicas.
- Sí, pero también hay chicos que están viviendo esas situaciones. En las adicciones de adultos tenemos menos mujeres que hombres, un 20%, pero las jóvenes piden más ayuda.
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