![Las rentas comerciales caen hasta un 35% en Ercilla, Iparraguirre y Rodríguez Arias](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201811/11/media/cortadas/ercilla-k84F-U601532101859YYE-624x385@El%20Correo.jpg)
![Las rentas comerciales caen hasta un 35% en Ercilla, Iparraguirre y Rodríguez Arias](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201811/11/media/cortadas/ercilla-k84F-U601532101859YYE-624x385@El%20Correo.jpg)
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El comercio de Bilbao camina definitivamente a dos velocidades. Si el futuro desembarco de Primark y el apetito insaciable de Inditex, Mango y Cortefiel han convertido la Gran Vía, especialmente el tramo comprendido entre la Plaza Circular y Moyua, en un coto inaccesible para la ... inmensa mayoría de firmas, calles tradicionalmente pujantes como Iparraguirre, Rodríguez Arias y, sobre todo, Ercilla atraviesan uno de los peores momentos de la historia.
Arterias que prestigiaron la identidad comercial de la capital vizcaína, con el asentamiento de históricos negocios de moda, zapaterías y accesorios, ofrecen actualmente una imagen insólita con un importante número de inmuebles vacíos como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo y el avance del comercio electrónico. «Las calles están muy fastidiadas por el auge de las ventas 'online', ya que están destrozando el comercio presencial», se lamenta un agente inmobiliario.
Este proceso de desertización explica, en gran medida, el desplome de las alquileres en zonas copadas antaño por empresarios locales. Pese a figurar entre las calles más cotizadas después de la Gran Vía, las firmas textiles, tanto nacionales como extranjeras, se han apretado el cinturón y no parecen estar dispuestas a pagar los precios que venían abonando hasta la fecha. Las rentas han caído entre un 30% y un 35% en Iparraguirre, una arteria que en su parte mas cercana a Licenciado Poza acusa el mayor desgaste comercial. El descenso ha sido más contenido en Ercilla, el segundo eje más caro de la villa, y Rodríguez Arias, con recesos del 20% en el primer caso y de entre el 15% y el 18% en el segundo.
Aun así, la apertura de tiendas en cualquiera de estas tres arterias sigue exigiendo fuertes desembolsos. En Ercilla, donde las ópticas y establecimientos de telefonía ha restado protagonismo al sector textil, el metro cuadrado alcanza de media los 45 euros, 10 más que en Iparraguirre, mientras que en Rodríguez Arias fluctúa entre los 35 y 65 euros. Pese a este descenso, las ofertas de algunas inmobiliarias parecen ignorar la nueva realidad, con alquileres de 1.400 euros por locales de solo 20 metros cuadrados y de 4.900 algunos de 44.
La ecuación es sencilla: los inmuebles de menos metros salen mucho más caros. Pero no conviene engañarse. Bilbao es una ciudad muy cara que mantiene sus alquileres entre los más elevados de España, junto a Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla, independientemente de la superficie. Sin salir de Indautxu, por ejemplo, un local de apenas 25 metros cuadrados se alquila a 3.025 euros.
Nada que ver, en cualquier caso, con la fiebre de Gran Vía, donde las rentas marcan constantemente «cifras récord» y oscilan entre los 110 y 150 euros de media. «Aunque se puede poner tranquilamente en 175», analiza otro promotor. El principal eje del País Vasco mantiene un dominio incontestable y a medio plazo se prevé que sea aún mayor por el empeño de las grandes compañías por hacerse con los mejores escaparates al precio que sea. La clínica Dentix ostenta desde 2015 un récord difícil de superar al abonar mensualmente 45.000 euros por un inmueble de casi 600 metros cuadrados pegado a Cortefiel. No obstante, en las últimas semanas se han cerrado operaciones que alcanzan los 26.000 euros por el arrendamiento de locales de 170 metros cuadrados y, a corto, plazo, se avecinan operaciones de mayor envergadura.
El desequilibrio actual que vive Bilbao en materia de precios se explica porque son las marcas «populares» las que, según fuentes del sector, «marcan el paso y posicionan a las ciudades» con la apertura de «megatiendas». Al concentrar sus ventas en edificios con superficie cada vez más grandes (Flagship Store), «es muy improbable que las compañías más potentes suelten estos locales». Provocan el 'efecto rebote', consistente en el desplazamiento de comercios menos potentes a calle adyacentes donde los alquileres son más volátiles. Si en el mejor tramo de Gran Vía no hay un solo local disponible, en calles como Iparraguirre el número de edificios desocupados no solo es más alto que nunca, sino que además se está trasladando «una imagen negativa de ciudad con fachadas rematadas por la publicidad» de distintas inmobiliarias. «Despreciamos los locales cuando colocamos en los mismos más de un cartel», subraya otra inmobiliaria.
Pese a mantener una posición envidiable, tampoco la Gran Vía se libra de los recortes. Twin-Set, que abandonó el mismo local que durante años ocupó Louis Vuitton en el número 42 de la Gran Vía, pagaba una renta mensual de 22.000 euros hasta que echó el cierre a la vuelta de las vacaciones veraniegas. «Hoy nadie pagaría esa cifra. Habría que ver si alguien estaría dispuesto a pagar 19.000, 16.000 o 15.000». Dos meses después de bajar la persiana, el local sigue libre.
Pese al alto número de locales vacíos, agentes inmobiliarios insisten en la «fortaleza» comercial de la villa y que no es un problema concreto de Bilbao. «Lo mismo pasa en otras grandes capitales. En la calle madrileña de Serrano sucede también lo nunca visto», subrayan. En lo que sí coinciden todas las fuentes consultadas es en que los propietarios de inmuebles de las zonas más castigadas deben asumir que tendrán que «manejar rentas más razonables». A algunos, admiten, «les cuesta entender este cambio».
Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, coincide con destacados agentes inmobiliarios en que la colonización de la Gran Vía por parte de los gigantes comerciales abre la puerta al desarrollo de nuevos ejes no explotados en su totalidad actualmente, como Marqués del Puerto y de los tramos de Rodríguez Arias y Elcano más cercanos a la principal arteria de la villa. La política del Ayuntamiento de Bilbao pasa por fortalecer, según el edil del PNV, la capacidad para «atraer grandes enseñas internacionales» para generar «atracción a gran volumen». Pero, sobre todo, pone especial énfasis en el «compromiso» de garantizar la «regeneración» del tejido tradicional local con el mantenimiento y potenciación de nuevos y pequeños negocios. Es lo más importante»
«Hay que apostar por el equilibrio», reflexiona Ochandiano, consciente de que «las grandes empresas» tienen sus «propias dinámicas. Que Primark vaya a ir al número 1 de la Gran Vía va a favorecer a todo el entorno». El edil resta importancia al alto número de locales vacíos. Asegura que es consecuencia «de la ley de oferta y demanda» y se muestra convencido de que servirá para «readecuar el mercado» y ayudar a abrir nuevas oportunidades. «Preservamos el equilibrio porque cuando nos visitan expertos internacionales todos destacan la riqueza que supone la presencia de tantos comercios pequeños y diferentes».
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