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De izquierda a derecha, Ibone Bengoetxea, Rementeria y Elena Unzueta tras la toma de posesión de sus cargos. ignacio Péréz

Rementeria prescinde de dos diputadas con peso político sin llegar al ecuador de la legislatura

El diputado general acaba de anunciar la marcha de Ibone Bengoetxea y la portavoz, Elena Unzueta, ambas en su equipo foral desde que asumió el cargo, tal y como adelantó este periódico

Martes, 16 de marzo 2021, 01:02

El diputado general Unai Rementeria acaba de anunciar los cambios en su gobierno que había adelantado este periódico. El máximo responsable foral ha confirmado en rueda de prensa que prescinde de dos de las caras que le han acompañado desde que asumió el mando de la Administración territorial en 2015. Ni Ibone Bengoetxea, actual responsable de Administración Pública y Relaciones Institucionales, ni Elena Unzueta, diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, además de portavoz foral, volverán a sentarse en el Consejo de Gobierno, en cuya reunión de esta mañana se ha dado cuenta de sus ceses.

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Se trata de una importante remodelación de su equipo de Gobierno que afecta a dos integrantes de mucho peso político y que llega sin que se haya alcanzado aún el ecuador de la legislatura que arrancó en mayo de 2019. Y la ha hecho, tal y como ha enfatizado en su comparecencia, para «afrontar con frescura y fuerza los nuevos retos y proyectos» que habrá que asumir cuando la pandemia vaya desapareciendo.

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Rementeria ha encontrado ya el relevo para quienes hasta ahora han sido dos referentes en su equipo. Así, el testigo de la bilbaína Ibone Bengoetxea lo recoge Elixabete Etxanobe Landajuela, quien entre diciembre de 2019 y octubre de 2020 ejerció como viceconsejera de Relaciones Institucionales del Gobierno vasco, donde antes había desempeñado también el cargo de directora de Relaciones con las Administraciones Locales y Registros Administrativos.

Para ocupar el puesto de la encartada Elena Unzueta, la voz del máximo dirigente foral en los asuntos menos amables, el diputado general se ha decidido por otra mujer. Se trata de Amaia Antxustegi Ziarda, hasta ahora teniente alcalde del PNV en el Ayuntamiento de Lekeitio. Aunque las labores de portavoz del Gobierno foral recaerán a partir de ahora en Lorea Bilbao, actual diputada de Cultura.

Detrás de esta sorprendente remodelación podría subyacer el interés del político de Mundaka por dar un giro de timón a su gobierno en un año que no ha estado exento de polémicas, como las desatadas por la gestión de la Torre Bizkaia, proyecto estrella de la legislatura, o por la ubicación del Nagusi Intelligence Center (NIC), que le enfrentó al alcalde de Bilbao.

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Y de hecho, en su discurso ante los medios de esta mañana, el diputado general ha especificado que «los cambios se asumen con total normalidad» dentro del equipo de gobierno. Y los justifica en que «Bizkaia va a necesitar en breve un nuevo impulso. Una vez que superemos esta pandemia tocará realzar el territorio, realzar Bizkaia y por eso requiere una diputación fuerte, más proyectos y retos. Y esos nuevos retos requiere de un gobierno fresco».

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Desencuentros

El primer revés que agitó al Gabinete Rementeria se produjo por la adjudicación del contrato del centro internacional de emprendimiento. Primero porque el concurso público convocado al efecto no despertó, al parecer, el interés de ningún agente internacional. Después, porque la elección al segundo intento de Price Waterhouse Coopers Bilbao (PwC) como gestor de la Torre Bizkaia levantó no pocas suspicacias.

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Cuando la polémica amainaba tras conocerse el acuerdo de colaboración suscrito entre PwC e Impact Hub -el candidato inglés a dirigir la torre-, otro frente se abrió para Rementeria. Esta vez por la ubicación del Nagusi Intelligence Center. El alcalde Aburto quería que el (NIC) se desarrollase en Zorrozaurre, como estaba previsto en un principio.

Pero la Diputación, que lidera el proyecto, lo ha trasladado, al menos en una «primera fase», a la Torre Urduliz porque, defiende, aún faltan años para que esté operativo el edificio Tarabusi, un inmueble que el Ayuntamiento había adquirido en la isla expresamente para acoger esta iniciativa. Así que el alcalde se sintió decepcionado y enfadado: por darle la espalda a Zorrozaurre y por «las dudas» sembradas por la entidad foral sobre el avance del gran proyecto urbanístico donde se quiere desarrollar el futuro de Bilbao.

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